Con la llegada de un nuevo año, miles de personas se fijan metas personales relacionadas con la salud, el trabajo, la economía o las relaciones personales.
Sin embargo, especialistas en salud mental advierten que la presión excesiva por cumplir los propósitos de Año Nuevo puede generar frustración, culpa y desánimo cuando no se alcanzan los resultados esperados.
La psicóloga clínica Diana Caballero explicó que es común que, durante los primeros meses del año, las personas se exijan cambios radicales que no siempre son sostenibles en el tiempo.
“La gente está acostumbrada a ponerse metas que no son sostenibles. Entonces, quieres ir al gimnasio, quieres ponerte a dieta, quieres dejar de procrastinar y no lo haces; ahí llega la frustración, la ira contra ti y el enojo. Tenemos que autorregular nuestras emociones y no ser tan injustos con nosotros. ¿Por qué? Porque no se vale; somos buenas personas, somos amables con la gente de fuera, menos con nosotros. Entonces, hay que desarrollar tolerancia, amor propio y ser comprensivos”.
De acuerdo con la especialista, muchas personas abandonan sus propósitos en las primeras semanas y, lejos de verlo como un proceso natural, lo interpretan como una derrota personal.
“Debemos ser muy conscientes de que podemos caer, pero hay que levantarse y continuar. Hay que ser conscientes de eso, de no agarrar un peso que no podamos llevar. ¿Por qué? Porque no es bueno; esa es la autoexigencia y nunca va a ser buena para nadie. Hay que tratar de ver esto como un propósito: no vivir por impulso, sino tener una vida con propósito para vivirla con bien”.
Como consejo final, la especialista invitó a la población a enfocarse en el bienestar emocional más que en la perfección.
“Mi consejo es que se hablen muy bonito, que se amen, porque en la boca, en las palabras, está el poder de la vida y de la muerte. Te dices algo bien bonito, muy positivo, y sucede; te dices algo negativo y, pues, no va a pasar. Para que uno esté bien tienes que hablarte muy bonito, amarte mucho, enamorarte de ti de forma sana”.
nrm