Gracias a los avances médicos, la detección temprana y el apego puntual al tratamiento antirretroviral, una persona que vive con VIH puede hoy tener la misma expectativa de vida que alguien que no porta el virus. Esta es la principal conclusión de especialistas que, en el marco del Día Mundial del VIH que se conmemora este 1 de diciembre, destacan que la enfermedad dejó de representar un diagnóstico fatal y que la disponibilidad de medicamentos eficaces transformó por completo el pronóstico de quienes reciben atención a tiempo.
En Jalisco, la directora general del Coesida, Margarita Mondragón Galindo, explicó que esta transformación se refleja en los perfiles de las personas en tratamiento. Señaló que actualmente existen pacientes de la tercera edad que fueron diagnosticados hace 41 años, cuando aún se desconocían muchos aspectos del virus y los tratamientos eran limitados. Su supervivencia y estado general de salud, dijo, obedecen al apego sostenido a los medicamentos que mantienen al virus controlado.
Este panorama, añadió, da cuenta de la efectividad de las terapias disponibles y de la importancia de no interrumpir el tratamiento. Mondragón detalló que, en el estado, la vía sexual continúa siendo la principal forma de transmisión, con un 98.1 por ciento de los casos. Un 0.5 por ciento corresponde a usuarios de drogas intravenosas, un 0.3 por ciento a transmisión perinatal de madre a hijo y un 0.1 por ciento a transfusiones sanguíneas.
Con estas cifras, Jalisco ocupa el cuarto lugar del país en número total de casos de VIH y el séptimo en tasa de incidencia. De 2014 a 2025 se tiene registrado un acumulado de 8 mil 730 personas que actualmente reciben tratamiento dentro de los servicios de salud. Tan solo en 2024 se diagnosticaron mil 178 casos nuevos, y en el primer semestre del presente año se registraron 822. Del total, el 84 por ciento corresponde a hombres y el resto a mujeres.
La mayoría de estas personas se encuentra entre los 20 y 34 años de edad, y dentro de los grupos de transmisión destaca la población de hombres que tienen sexo con hombres, con mayor concentración en los municipios de Zapopan y Guadalajara. Este comportamiento epidemiológico permite identificar los sectores donde se requiere reforzar la información preventiva y la oferta de pruebas. La funcionaria subrayó que todos los servicios públicos de salud en Jalisco ofrecen atención gratuita para la detección y el tratamiento del VIH.
Esto incluye la realización de pruebas rápidas, el seguimiento clínico y la entrega de antirretrovirales, así como la atención en instituciones como el Hospital Civil de Guadalajara.
La gratuidad, explicó, busca eliminar barreras de acceso y favorecer la detección en etapas tempranas. A pesar de ello, la doctora Adriana Valle Rodríguez, adscrita a la Unidad de VIH del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, señaló que una proporción importante de las personas sigue llegando tarde a los servicios de salud.
Aproximadamente un tercio se diagnostica ya con inmunosupresión avanzada, cuando el sistema inmune presenta un deterioro considerable y suelen existir síntomas asociados a enfermedad progresiva. Este retraso, indicó, complica el tratamiento inicial y aumenta la posibilidad de presentar infecciones oportunistas o cuadros clínicos más severos.
Valle Rodríguez insistió en que las pruebas deben realizarse incluso cuando no hay síntomas, como parte del cuidado de la salud sexual. Explicó que la detección temprana permite iniciar tratamiento antes de que el virus debilite el sistema inmune y reduce tanto las complicaciones como el riesgo de transmisión. También recordó que la población puede acudir a los centros de salud sin necesidad de presentar síntomas específicos, ya que el objetivo es fomentar la vigilancia regular entre quienes ya iniciaron su vida sexual activa.
Tanto Mondragón como Valle coincidieron en que el estigma y la desinformación siguen siendo obstáculos significativos. Mencionaron que persiste miedo a realizarse la prueba y temor al diagnóstico, y que estos factores retrasan el acceso al tratamiento, aun cuando este es gratuito, eficaz y capaz de mantener al virus en niveles no detectables y no transmisibles. La recomendación reiterada es acudir cuanto antes, sin esperar signos de enfermedad.
Las especialistas explicaron que, aunque el VIH no tiene cura, los tratamientos actuales son efectivos para mantener el virus bajo control durante largos periodos. Este control se refleja en la capacidad de las personas para conservar una vida plena y con una expectativa de longevidad equivalente a la de la población general, siempre que la atención médica se mantenga de forma constante.
¿Cuáles son los síntomas?
Entre los síntomas que pueden aparecer en fases avanzadas se encuentran la pérdida de peso, infecciones recurrentes, diarreas prolongadas, hongos o lesiones en la boca y episodios de fiebre. La presencia de estas señales indica que el sistema inmune ya enfrenta un deterioro notable, por lo que la detección temprana sigue siendo un componente esencial para evitar llegar a este punto. Las especialistas destacaron también la importancia de contar con redes de apoyo que contribuyan al apego terapéutico y al seguimiento médico continuo.
El llamado común de las autoridades sanitarias es realizarse la prueba, acudir a los servicios de salud de manera oportuna y mantener el tratamiento sin interrupciones.
El acceso gratuito, la disponibilidad de medicamentos modernos y el acompañamiento clínico permiten que las personas con VIH puedan llevar una vida saludable y con posibilidades de envejecimiento similares a las de cualquier otra persona.
MC