En Paseo de la Reforma, entre la Glorieta del Ángel de la Independencia y la Fuente de la Diana Cazadora, se celebra el Festival Turístico de la Ciudad de México, un espacio que reúne a artesanos de más de veinte estados de la República Mexicana, en el que se pudieron apreciar diversas obras realizadas a mano, que le han dado fama a nuestro país.
Y es que, las artesanías mexicanas son mucho más que objetos decorativos; representan una profunda conexión con la historia y la cultura del país. Los artesanos, con su destreza y creatividad, no solo preservan técnicas ancestrales, sino que también transmiten historias y tradiciones de generación en generación.
La importancia de las artesanías se extiende también a nivel internacional, donde son reconocidas por su calidad y autenticidad. Los festivales y exposiciones, como el que se celebra en el Paseo de la Reforma, son clave para dar a conocer el talento de los artesanos y promover el valor de sus creaciones. Estos eventos no solo atraen a turistas y compradores, sino que también fomentan un mayor aprecio y respeto por las tradiciones artesanales.
Colima atrae las miradas
A través del trabajo que las y los maestros artesanos de Colima conquistaron a los capitalinos: desde su estrella de la gastronomía, la sal de mar artesanal, así como una gran variedad de dulces típicos de Comala, las cocadas, borrachitos, variedad de ponche y picones (pan típico de la región), destilado de agave y café, ambos cultivados en las faldas del volcán; también cuentan con artesanías tradicionales del estado, huaraches, piezas bordadas con punto de cruz, flautas musicales, esculturas, máscaras de animales y pintura estilo Rangeliana, que recibe su nombre, haciendo honor a su creador y difusor, Alejandro Rangel Hidalgo, originario de Colima, Colima.
“Bienvenidos a Colima”, dicen los maestros artesanos para invitar a la gente a que descubra toda la grandeza gastronómica, artesanal y climática, que el estado tiene por ofrecer. Colima es un estado con una biodiversidad impresionante, cuenta con más de 150 kilómetros de litoral, que abarca los municipios de Manzanillo, Tecomán y Armería, este último ampliamente reconocido por las salinas de Cuyutlán, las cuales producen sal natural de mar, que es extraída con el trabajo artesanal de los salineros de la laguna. “Oro blanco” le llaman los colimenses, y se distingue a nivel mundial por su sabor y riqueza en minerales.
En entrevista, Gabriela Adaliz, una de las productoras de sal de Cuyutlán, nos detalla que la sal se produce de manera artesanal con una técnica milenaria: “se extrae agua de los pozos y se pasa por un proceso de filtración y de separación de metales pesados para que el grano se forme en tres días y se pueda pizcar. La temporada de producción va de noviembre hasta mayo, antes de que inicien las lluvias, ya que durante esta época, nos permite obtener un grano fácil de disolver con cantidad de minerales ricos para el cuerpo y con un sabor inigualable”.
Yadira Guerra Montes, guía turística del estado, asegura que Colima es un lugar en donde se pueden disfrutar de múltiples atractivos del “mar a la montaña”, ya que cuenta con playas, ríos, montañas y uno de los volcanes más importantes del país, el Nevado de Colima.
En estos ecosistemas puedes elegir entre una gran variedad de actividades, por ejemplo: cañonismo, montañismo, senderismo, y hasta observación de aves, debido a que el estado alberga más de 470 diferentes tipos de aves, tanto de agua como de montaña. Para los amantes de la literatura, es posible visitar Comala, Pueblo Mágico, cuyo nombre inspiró a Juan Rulfo en la creación de una de sus obras más famosas, y no hay necesidad de ir a buscar a Pedro Páramo para conocer este emblemático lugar.
La exhibición en el Festival Turístico de la Ciudad de México, que permanecerá hasta este domingo 14 de julio, es una oportunidad para acercarnos a los trabajos de los artesanos de Colima, pero también para conocer un poco más de este estado, pequeño en dimensiones, pero de gran riqueza cultural y natural.
Esta muestra no solo celebra la habilidad y creatividad de los artesanos, sino que también reafirma la importancia de proteger y promover las artesanías como un elemento clave del patrimonio cultural de México.
RRR