Costa Alegre: la nueva promesa del turismo en el Pacífico mexicano

Se estima que a partir del 2023 se detone una mayor llegada de viajeros a esta franja litoral sur de Jalisco

Este destino representa una oportunidad para desarrollar ordenadamente la industria turística del litoral mexicano. (Cortesía)
Ciudad de México /

A diferencia de otros destinos turísticos de México, la Costa Alegre de Jalisco posee un panorama de desarrollo prometedor al corto, mediano y largo plazo, por su óptima planeación como factor de origen.

Mientras las grandes urbes integralmente creadas como destinos o convertidas en sitios de interés turístico a través de las décadas ya no tienen espacio para crecer y enfrentan retos importantes de subsistencia.

En la Costa Alegre del sur jalisciense, la franja de sol y arena se encuentra lista para comenzar a recibir volúmenes superiores de visitantes, bajo un esquema completo de promoción turística sustentable y viajes planeados.

Porque el modelo que los inversionistas vislumbraron para comenzar a desarrollar el potencial turístico completo de esta región, integra la conservación del medio ambiente y la economía circular involucrando a las comunidades, tomando en cuenta el prominente escenario ecológico que, de origen, es parte de la oferta diferenciadora de la región.

Se estima que a partir del 2023 se detone una mayor llegada de viajeros a la franja litoral sur de Jalisco. Hoy en día, varios micro desarrollos han sido exitosos en el mercado nacional e internacional, en los últimos 20 años, a pesar de lo asilado de la zona.

Por ejemplo, Careyes, Cuastecomate, Tamarindos o Cuixmala, poseen centros vacacionales que, sin restar un volumen importante a la flora, generan miles de experiencias para huéspedes todos los años, con una promoción elemental y conectividad limitada, con ayuda de los pobladores de las comunidades cercanas.


Sin embargo, lo remoto de la región quedará pronto en el pasado tras las grandes obras que transexenalmente los gobiernos de todos los niveles realizan ya para conectar la Costa Alegre, ante lo prometedor de su futuro inmediato.

Ya que inversionistas de todo el mundo están volcando su atención en esta franja de Jalisco bañada por las aguas del océano Pacífico, que representa una nueva oportunidad para comenzar ordenadamente una industria que ya no tiene para donde crecer en el resto de los destinos del litoral mexicano.

Si bien, de acuerdo con el informe en cifras de DATATUR 2019, ciudades como Mazatlán con 2.8 millones de visitantes o Puerto Vallarta con 4.7 millones, tienen un éxito mundial reconocido, estas ya no tienen espacio para donde expandirse dejándolos sin horizontes de oportunidad.

Los Cabos (2.8 millones) representa un destino exclusivo con un mercado muy cautivo, y a pesar de haber sido planeado, no posee un plan para seguir creciendo más allá de su potencial actual.

Por otra parte, Huatulco (730 mil) o Manzanillo (1.3 millones), son otros puntos en la costa Pacífico mexicana que han quedado en pausa luego de un pequeño boom turístico.

El sur occidental jalisciense, sin embargo, presenta un comportamiento diferente, porque de acuerdo con el Observatorio Turístico Permanente de la Secretaría de Turismo (SECTUR) federal, con poca inversión, ha generado un volumen de turistas estable que propicia una importante derrama económica, asimétrica en proporción si se compara con destinos más grandes.

Justamente ha sido hasta la última década en la que nuevas inversiones han comprometido la creación de nuevos destinos turísticos para la Costa Alegre, pero creados con extremada precaución y planeación integral, no al margen de la población local, en el entendido de evitar las brechas de desigualdad social que desequilibran a otros desarrollos de playa.

Uno de estos desarrollos que ha llegado a instalarse, ha sido Xala, en el sitio de Chalacatepec, lugar predilecto para disfrutar de la naturaleza y por décadas venerado por su belleza entre los habitantes de la región.

La enorme cantidad de acciones para contemplar un proyecto estrictamente realizado por etapas bajo altos estándares de protección al ecosistema e integración de infraestructura sostenible, han logrado el reconocimiento internacional de Xala como uno de los pioneros detonadores del destino que es la Costa Alegre, tras años de exitosa planeación.

Por eso la mirada de más inversores del turismo se fija en esta región, y lejos de buscar engrandecer más las manchas urbanas del Pacífico nacional, los visionarios de la industria del descanso ahora quieren ser parte de la nueva filosofía turística de México.

Inversionistas del proyecto Xala, han dejado clara su postura sobre el desarrollo en la Costa Alegre: “pensamos en participar para que fuera diferente, pero no menos atractivo, porque creemos posible un destino turístico alineado con los nuevos parámetros de la agenda 2030 medioambiental, socialmente inclusivo y al mismo tiempo, exitoso en la medida que el turismo nacional e internacional venga y corrobore la funcionalidad de un sitio de lujo en medio del paraíso inalterable".

A futuro, la Costa Alegre podrá crecer no solo en tamaño y volumen de turismo una vez acontecidos sus primeros años de promoción, sino también en reputación como el nuevo referente internacional para viajar a México.






RRR

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