Para entrar de lleno a la temporada navideña, el restaurante Prendes Polanco ha incorporado tres platillos en su menú que serán maridados con vinos de Bornos. Además de los ya clásicos Escamoles a la Hidalguense, Filete Chemita o hasta el Tiradito de robalo al chiltepin negro, los comensales podrán encontrar clásicos de la comida mexicano-española, característica icónica del lugar.
Famoso por una fusión de comida mexicano-española, nacida de la voluntad de los hermanos españoles Manuel y Rafael Prendes, el restaurante ahora liderado por Lázaro Álvarez, heredero de la tradición culinaria restaurantera del Grupo Bellinghausen Prendes, busca que sus clientes se sientan como en casa al tiempo que continúan innovando en su carta.
La tradición de más de un siglo del Prendes
Desde su fundación en 1892, el Prendes se convirtió en un ícono de la Ciudad de México. Primeramente ubicado en la esquina que actualmente es el Palacio de Bellas Artes, fue Lázaro Álvarez García, bisabuelo de Lázaro, quien a los 12 años entró a trabajar en el restaurante, del que eventualmente llegaría a manejar toda la operación.
Para principios del siglo, Porfirio Díaz hace que, tanto el Prendes como los demás restaurantes ubicados donde es la Alameda Central se retiren para construir Bellas Artes. Es entonces que el restaurante se mueve a la calle de 16 de septiembre, donde comienza a ganar la fama que le preside hasta estos días.
Pancho Villa, Frida Kahlo, María Félix, Diego Rivera, Walt Disney y un sinfín de artistas, empresarios y personajes de todas índoles han sido los que pasaron por las puertas del restaurante en su estadía en el centro de la ciudad.
Tiempo después, Enrique Álvarez Flores, hijo de Álvarez García, haría un pacto de caballeros con Amador Prendes, familiar de los fundadores originales, para comprar el restaurante. Tras su salida funda el Grupo Bellinghausen, del que se desprenderán Bellinghausen Londres, el Club Mundet y Casa Bell.
Finalmente, el 1 de septiembre del 2016 reabre el Prendes en el corazón de Polanco a cargo ya de Lázaro Álvarez, quien junto con el Chef Román Aguilar siguen buscando honrar la tradición gastronómica mexicano-española del lugar, pero siempre buscando la innovación.
Platillos clásicos y de temporada en Prendes Polanco
En el Prendes se pueden disfrutar de los platillos clásicos que han hecho famoso al lugar. De acuerdo con el Chef Román, los más aclamados e imperdibles son los Escamoles a la Hidalguense, el Tiradito de robalo al chiltepin negro y por supuesto, el famoso Filete Chemita.
Además de los especiales clásicos, para esta temporada se pueden saborear platillos especiales de fin de año, siempre con el toque Prendes que no puede faltar: Romeritos con tortitas de camarón, Bacalao a la vizcaína y Pavo horneado acompañado de relleno y puré.
Lázaro Álvarez recomienda que cada uno de estos platillos se pueda acompañar con vinos como La Caprichosa para el Bacalao, ya que es un verdejo de notas más ligeras, Luz Millar para el Pavo, que produce un balance de sabores, y Señorío de Sarría para los romeritos, puesto que es un vino más denso y complejo que acompaña el mole y los camarones.
Prendes innova sin perder su esencia
En entrevista con MILENIO, Álvarez, comentó que Prendes se sigue renovando continuamente, pues desde que reabrió sus puertas en el 2016, no ha parado: “Nos gusta seguir innovando sin perder la esencia o el legado de más de 100 años de tradición”. Una de las maneras de llevarlo a cabo es mediante nuevos platillos y nuevos restaurantes a cargo del estándar del Grupo Bellinghausen Prendes.
Entre las adiciones de la marca se encuentran Puerto Prendes en la Roma, un restaurante enfocado en carnes y mariscos a la parrilla, y que también alberga a Bar Polilla, un lugar especializado en cocteles. O Boccado Prendes, una versión campirana del Prendes de Polanco con vistas de ensueño sobre el parque La Mexicana. También, una nueva sucursal de Puerto Prendes está por abrir en Plaza Satélite.
RRR