El Nuevo Aeropuerto Internacional de México incluye en su construcción un ambicioso plan para mitigar las afectaciones al medio ambiente ya que sus instalaciones se levantan en los terrenos del antiguo lago de Texcoco.
Los lineamientos fueron solicitados por la Semarnat e incluyen 20 condicionantes, por ello el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México puso en marcha el Plan de Restauración Ecológica que está dividido en 15 programas, entre ellos: el rescate y reubicación de flora y fauna, monitoreo de aves y manejo de residuos, agua y suelos.
En el tema de flora se realiza la restauración de 240 hectáreas: se reinstalan especies cactáceas, pastizales y arboreas en el polígono circundante al lago Nabor Carrillo y se reforesta el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl.
En cuanto a flora se rescatan 3 anfibios, mamíferos y reptiles, de 2015 a julio de 2018 se han rescatado 3 mil 276 ejemplares de 33 especies, 14 de ellas pertenecen a la norma 059 de la Semarnat catalogada en un status de protección ambiental.
El requisito de Semarnat es garantizar el 70 por ciento de supervivencia de las especies de flora y fauna rescatadas por medio del reestablecimiento de su hábitat.
En el rescate de suelos, considerados como un recurso natural no renovable, se ha realizado a la fecha el rescate de más de 9 millones de metros cúbicos, del cual el 43 por ciento tiene potencial de reuso gracias a los estudios realizados por el IPN y ABC Analitic. De los 600 estudios realizados, el suelo rescatado es libre de tóxicos.
Además, con el IPN se desarrolló el Sistema Integral de Gestión para el Cumplimiento Ambiental dirigido a las empresas constructoras. Con una infraestructura de 4 torres y un centro de monitoreo se verifica el nivel de partículas emitidas al medio ambiente, ruido y también funciona como centro meteorológico.
REPL