El lago de Tequesquitengo es el principal almacenamiento hídrico del estado de Morelos: distribuido en una cuenca de 28 kilómetros cuadrados y una superficie de inundación de ocho kilómetros cuadrados con más de 130 metros de profundidad y una capacidad máxima de almacenamiento de 168.9 hm³ (alrededor de 169 millones de metros cúbicos de agua).
Los municipios Jojutla, Puente de Ixtla y Xoxocotla comparte el lago, así como la fauna propia de la región, constituida por venado cola blanca, jabalí de collar, mapache, tejón, zorrillo, armadillo, liebre, conejo común, coyote, gato montés, comadreja, cacomixtle, tlacuache, murciélago, pájaro bandera, chachalaca, urraca copetona, zopilote, aura, cuervo, lechuza y aves canoras y de ornato, de acuerdo con información de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Además, es uno de los principales atractivos turísticos de Morelos; de hecho, se ubica entre los cinco sitios más visitados y uno de los de que recibe mayor derrama económica del estado, y se estima que alrededor del 90 por ciento de los pobladores de la localidad trabajan de forma directa o indirecta en actividades relacionadas con el turismo.
Crecimiento urbano, impacta el entorno
Pese a su importancia como recurso natural y atractivo turístico, desde hace más de una década, la calidad del agua se ha visto afectada por la contaminación, principalmente por coliformes fecales, debido al crecimiento urbano que lo rodea y a la falta de planeación urbana.
De acuerdo con datos de la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua) de enero de este año, que incluyó muestreos de 15 puntos, se presentaron conteos elevados de coliformes fecales en algunos puntos superando las cuatro mil 600 unidades, "lo que quiere decir que está llegando materia fecal al lago, lo que significa que los sistemas de saneamiento que se están teniendo alrededor del lago y en las colonias aledañas, no están surtiendo efecto", indica en entrevista con MILENIO la catedrática Adriana Flores, del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (Centrus) de la Universidad Iberoamericana (Ibero).
La profesora advierte que con esas cantidades ya no es posible tener un contacto humano frecuente: "probablemente si te metes una vez no te va a pasar nada, pero si lo haces frecuentemente, se incrementa el riesgo de padecer algunas enfermedades que están asociadas con la presencia de heces fecales".
La Secretaría de Salud considera un límite máximo de presencia de enterococos fecales de 200 NMP/100 mL en aguas para uso recreativo, para garantizar la protección de la salud de los usuarios, señala la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); no obstante, el lago de Tequesquitengo en muestreos de la Conagua de abril de 2023, superan las mil unidades en diversas zonas; y en más de cuatro mil en las muestras de enero 2024.
Y es que, el indicador bacteriológico más eficiente para evaluar la calidad de agua para uso recreativo de contacto son los enterococos fecales, dada su capacidad de adaptación a las condiciones del agua, así como de estar relacionado potencialmente con enfermedades como gastroenteritis, enfermedades respiratorias, conjuntivitis y dermatitis, entre otras.
Juan Francisco Bustamante, presidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación (Agua en México), afirma que la falta de planeación urbana por parte de las autoridades estatales y de las mismas empresas constructoras, ha provocado que la contaminación del agua sea excesiva: "estamos hablando de que rebasa en un 80 por ciento los parámetros permisibles de contaminantes, y esto es principalmente por todas las descargas residuales", señala en entrevista.
Bustamante asegura que la construcción de fosas sépticas que se autorizaron también han provocado "un problema a largo plazo, porque funcionan como reservorio, que se filtra al subsuelo y esas filtraciones terminan en el lago", explicó a MILENIO.
Además, considera que las lluvias también afectan a las fosas sépticas porque "sabemos que Morelos es un estado donde llueve mucho: las precipitaciones son media y media alta, por lo que las fosas sépticas se ven rebasadas, y esa agua (de las fosas) se va al lago de Tequesquitengo", puntualiza.
Agrega, que esa situación se agudiza porque hay "un sinnúmero de casas cuyas aguas residuales se descargan sin ningún tratamiento”, por lo que “la contaminación de la zona es por la falta de proyección por parte del gobierno, pero también por las personas que viven aquí y también por las acciones de los visitantes", indica.
Peligro latente y creciente
Recientemente la Comisión Estatal del Agua (Ceagua) de Morelos, reconoció que el lago enfrenta un problema de contaminación derivado de la descarga de líquidos residuales, sin tratamiento, que llegan al cuerpo de agua.
De acuerdo con la información de la Ceagua las descargas provienen de la mala operación de varias plantas de tratamiento independientes.
De hecho, para los expertos, las prácticas inadecuadas de saneamiento están afectando la calidad del agua del lago, "hay un desarrollo inmobiliario que tiene numerosos departamentos y casas, con una pequeña planta de tratamiento, que el año pasado tuvo un desbordamiento, porque al no tener la capacidad suficiente, se vertió en el lago. Pero esa situación no es nueva, lleva años el mal manejo y gestión de los recursos hídricos y solucionarlo va a tomar muchísimo tiempo más", reitera Juan Francisco Bustamante.
Por su parte, la profesora Adriana Flores afirma que son "prácticas inadecuadas de saneamiento que están teniendo un efecto ya en el lago. También habría que observar los niveles de nutrientes, porque está un poco verde el agua, por lo que es probable que tenga eutroficación y quizá niveles más elevados de lo esperado de otros patógenos".
También resalta la carencia de planeación urbana y del ordenamiento en las construcciones, "pareciera que los recursos y el espacio se utiliza un poco como se piensa y como la propiedad lo permite, pero no hay una planeación adecuada en función de lo que ecológicamente podría ofrecer la zona".
Daño colateral al turismo
Tequesquitengo se caracteriza por su clima cálido con una temperatura promedio media anual de 25 ºC, por lo que resulta un destino agradable de visitar durante todo el año. También es un sitio ideal para practicar diversos deportes acuáticos: buceo, natación, buceo, ski, paseos en lancha, wakeboard, wakesurf y pesca deportiva, entre otros.
En los alrededores es posible realizar senderismo, recorridos por Pueblos Mágicos y zonas arqueológicas, así como paracaidismo, rafting, vuelo en globo aerostático y ultraligero, entre muchas otras actividades más.
Datos oficiales de la Secretaría de Turismo y Cultura (STyC) de Morelos, señalan que hasta agosto de 2024 más de dos millones de turistas visitaron el estado, dejando una derrama económica cercana a los tres mil millones de pesos.
Para el investigador Fabián Trejo Rojas, evaluador certificado en proyectos de turismo sostenible, el turismo tiene un fundamento económico muy importante y debe de mantener “una relación económica sostenible a largo plazo, porque la actividad turística está reconocida como generador de bienestar económico y de bienestar social”.
El académico de la Ibero y de la UNAM, reiteró en entrevista con MILENIO que el turismo "tiene una gran relevancia por tener una relación bidireccional con los ecosistemas, con el paisaje, porque si bien se aprovechan los ecosistémicos de la naturaleza, también se le podrían generar daños".
El también integrante del Consejo Técnico de licenciatura en Hospitalidad de la Ibero, opina que el cuidado del ecosistema del lago es una una responsabilidad compartida, incluso por parte de los visitantes: "está claramente identificado que un turista consume en un destino entre dos y tres veces más agua de lo que lo hace un residente", detalla.
De ahí, la importancia de que se exijan “estándares de calidad para los prestadores de servicios turísticos, que exista infraestructura adecuada por parte de las autoridades, pero también que se tenga una responsabilidad cada vez más específica de los visitantes, que son los que disfrutan y gozan de un destino turístico", sostiene.
Por lo que, "la importancia de mantener los ecosistemas es clave para que la relación económica sea sostenible con bienestar humano; no obstante, el lago está sufriendo un deterioro, que no solo pone en riesgo su naturaleza, sino también la salud de las personas".
Considera que si no se toman medidas, el lago de Tequesquitengo puede perder su atractivo, "cuando en algún lugar hay una contaminación más grande de la que el ecosistema puede absorber, evidentemente provoca diversos problemas. En principio, en un entorno de escasez y malas prácticas, pueden aparecer diversos conflictos".
Posible, recuperar su esencia
Trejo Rojas opina que la gobernanza del agua es "una alternativa para solucionar los problemas de la contaminación del agua, a través de coordinar los diversos actores que la intervienen. O sea, tanto los actores del desarrollo turístico (operadores y gente que trabaja en los servicios), como las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil a través de modelos de gobernanza con soluciones centradas en ayudar al planeta, a la biodiversidad y a los ecosistemas, con infraestructuras sostenibles y con proyectos verdes que aceleren el desarrollo”, considera.
Como parte de la materia de Monitoreo de Ecosistemas, la profesora Adriana Flores y el grupo de siete estudiantes, realizaron muestras por ocho puntos del lago.
Entre los resultados obtenidos se destaca que algunos conteos de coliformes fecales están arriba de las siete mil unidades por cada 100 mililitros de agua, “estos contenidos bacterianos nos están indicando que está rebasada la norma de agua potable y también la norma de agua para actividades recreativas. Nos están indicando la presencia no solamente de bacterias, sino de una serie de patógenos y toxinas. Hemos tenido casos en otros lugares donde empiezan los turistas a salir, por ejemplo, con hepatitis”, asegura Adriana Flores.
Por ello, están planeando “realizar análisis que nos ayude a entender un poco más por qué tenemos esta respuesta en el agua y de manera que se puedan atender las diferentes problemáticas en beneficio de los habitantes del lago, de los prestadores de servicios turísticos, de la gente que también visita este lugar, para seguir disfrutando y seguir generando medios de vida más sustentables que puedan contribuir en la calidad de vida de las personas”.
Los monitoreos constantes sobre la calidad del agua, “son importantes para preservar y recuperar el esplendor de los destinos naturales”, subraya a su vez, Fabián Trejo Rojas.
Agrega que hay ejemplos muy claros de la recuperación del medio ambiente; “en la Patagonia, en la región de los lagos, se ha trabajado en modelos específicos con base en el estudio de la cuenca, que es la que provee los recursos hacia los lagos. Así, con planificación se trabajan planes, lineamientos y los diferentes usos del suelo; la gestión del agua por medio del drenaje, el alcantarillado, el tratamiento y el saneamiento”.
El investigador también hace énfasis en que las soluciones basadas en ecosistemas, “las buenas prácticas, como la gestión de residuos, la convivencia con otros sectores económicos, como el agropecuario, la pesca y la industria, son claves en la recuperación del lago de Tequesquitengo”.
Al respecto, Juan Francisco Bustamante, opina que para revertir la situación actual del lago se necesita “la voluntad de todos los agentes involucrados, de los gobiernos federal, estatal y municipal, para impulsar políticas públicas que nadie pueda evadir”.