A través del equipo de consignación de arte de Morton Subastas en Europa fue posible integrar en la Subasta de Antigüedades de este miércoles 14 de abril, un retrato veneciano del siglo XVI, que proviene de una colección privada de la ciudad de Munich, Alemania.
De acuerdo con los especialistas de Morton Subastas, se trata de una pintura de factura europea, cuyos materiales constitutivos y tecnología de elaboración la vinculan a la tradición pictórica italiana, específicamente a la escuela veneciana, ubicándola temporalmente entre la segunda mitad del siglo XVI y el primer cuarto del siglo XVII.
En esta obra se revela la presencia de un militar de alto rango con experiencia en fortificaciones, que sirvió en la conducción de las armas papales. Lo anterior puede inferirse por la presencia de ciertos elementos como la planta urbana bastionada y circular en forma de estrella que el personaje posee dispuesta sobre una mesa y por la bengala, símbolo de rango militar, que numerosos venecianos incluyeron en sus retratos, aunque sin las armas pontificias.
Además, se indica que es posible apreciar que el personaje viste una armadura completa sin ningún tipo de complemento, característica que, junto a la sencilla gorguera que le rodea el cuello, es indicativa de su pertenencia al siglo XVI, como puede observarse en los retratos de Felipe II de España. La familia Barbaro estuvo al servicio de la República Veneciana durante siglos, estando dos de sus miembros estrechamente vinculados con el sultán de Egipto. El primero fue provveditore d’armata en 1121, y el segundo embajador (c. 1370), por ende, el escudo familiar de los Barbaro se relaciona con estos episodios.
No resulta extraño entonces que el escenario de fondo sea la pirámide de Giza, que para entonces contaba ya con una rampa de acceso como la que es posible ver representada en el retrato, realizada por el califa Al-Mamum en el siglo IX. Con los datos disponibles, el personaje que mejor cumple con las características descriptivas es Francesco Barbaro, un célebre individuo con experiencia militar, que le llevó a abordar tareas de fortificación y seguramente también de liderazgo naval o artillería durante los combates chipriotas, participando además como capitán general en 1571. En caso de tratarse de él y al no contar con ningún retrato suyo, la pieza constituiría un elemento clave del patrimonio chipriota, eminentemente perdido en la actualidad.
En la Subasta de Antigüedades, que se llevará a cabo este miércoles 14 de abril, se presenta este emblemático retrato catalogado con el número 66.
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