La trayectoria de Diego Luque es un testimonio de la capacidad transformadora del arte. Tras luchar contra la ansiedad, se refugió en la pintura, descubriendo en ella un canal para expresar sus emociones más profundas y sanar sus heridas. "El arte se convirtió en mi refugio, en mi terapia", destaca Diego. "A través de él, pude canalizar mi ansiedad y transformarla en algo positivo y creativo".
La dualidad hecha persona
El actor, atleta, pintor y empresario narra cómo encontró en la pintura una terapia transformadora, que lo condujo a crear un próspero negocio de arte personalizado. Con una meticulosa atención al detalle y una profunda comprensión de la esencia humana, Diego nos invita a reflexionar sobre el poder del arte como herramienta de conexión emocional.
Luque y su personaje Ponchito el Toro Jirafa una creación del artista que nos revelan su alter ego que define su naturaleza. "Tengo un carácter fuerte, como un toro", reconoce, "pero no en el sentido de estar enojado. Defiendo mis principios y valores, y especialmente los que amo".
En la figura de Ponchito se plasma una dualidad fascinante: la bravura y la tenacidad del toro se conjugan con la delicadeza y la sensibilidad de la jirafa. "Ponchito es una extensión de mi ser", afirma Diego Luque, "un reflejo de mis propias batallas y victorias". Es así como el artista ofrece a su público lienzos donde su emblemático personaje cobra vida, incorporando detalles y características del consumidor.
El proceso creativo: un viaje a la esencia del ser humano
"Mi proceso es muy peculiar", explica el artista. "Le hago al cliente una serie de preguntas muy personales e íntimas, dejándole a su criterio si quiere responderlas o no. ¿Por qué hago esto? Porque quiero conocer la esencia del ser humano y con base en ello hacer una lluvia de ideas, para luego captar al máximo la esencia del ser en el lienzo, con pequeños detalles ocultos que el espectador común ve y puede pensar que son geniales, pero no sabe lo que significan. En cambio, el cliente final sí sabe perfectamente lo que significan esos pequeños detalles y eso le da un valor añadido que lo hace sumamente especial."
Esta profunda exploración del espíritu humano sirve como base para el proceso creativo de Luque. Los conocimientos recopilados alimentan una oleada de ideas, meticulosamente transformadas en cautivadoras obras de arte. Cada trazo, cada detalle, susurra historias de individualidad, trasladando al lienzo un profundo sentido de autenticidad.
Agregó que, “la finalidad de este proceso creativo es tocar fibras sensibles del cliente para que cada vez que vea el cuadro o el lienzo le entregue recuerdos hermosos de su vida”.
Su obra "El chamaquito de la Vega baja", inspirada en Bad Bunny, es un ejemplo de la profunda conexión que Luque establece: "En plena pandemia me llegó una propuesta para participar en una película que fue mi debut en el cine. La película se llama 'Cassandro' y lo único que sabía es que mis escenas eran con Gael García Bernal".
A partir de ese momento, la narrativa se transforma en un torbellino de emociones, donde la realidad se mezcla con la fantasía y los sueños cobran vida en el lienzo. Luque, revela una conexión profunda con Bad Bunny durante este rodaje, al compartir que ambos experimentan ataques de ansiedad. Esta experiencia común los acerca y abre un espacio para el diálogo y el apoyo mutuo. "Yo le dije: 'Oye, con todo respeto, te quiero pintar una pieza".
Su cuadro "El chamaquito de la Vega baja" se convierte en un símbolo de esta conexión personal y artística. Luque utiliza su talento para plasmar la esencia de Bad Bunny, incorporando elementos que representan su vida y sus experiencias: "Las palmeras representan las sólidas bases de Benito, sus papás," explica el artista develando el significado oculto detrás de cada detalle. "Las nubes representan a sus hermanos, las playas de Puerto Rico representan el barrio donde él viene".
Un mensaje de esfuerzo y perseverancia
Luque se presenta como un firme defensor del poder transformador del esfuerzo y la perseverancia. "Si de algo estoy convencido en la vida, es que el trabajo duro siempre paga, los sueños se hacen realidad, los tiempos malos no duran, pero el amor propio prevalece". En estas palabras, Luque encapsula una filosofía de vida basada en la creencia inquebrantable en el potencial humano y su capacidad de superar las adversidades. “Ten el amor propio suficiente como para ir y luchar por tus sueños, porque si tú no lo haces nadie más lo va a hacer, el amor es la respuesta”.
Air Suave: un espacio para el arte, la moda y la expresión personal
Adéntrate en el mundo de Luque, donde la creatividad y la pasión se fusionan para dar vida a obras de arte. Explora sus redes sociales bajo el nombre de "luketronik y air.suave” déjate cautivar por su talento. O bien, visita la galería Fuegalab, donde el artista forma parte de un colectivo vibrante y en constante evolución.
Contenido patrocinado
RRR