Historia, arquitectura, precios accesibles, naturaleza, gastronomía y calidez de su gente son algunas de las características de Budapest, capital de Hungría, ciudad que no suele aparecer entre las primeras opciones para viajar por primera vez a Europa, pero cuyo encanto suele enamorar a los visitantes que se animan a descubrir sus calles y caminos que se dirigen al pasado, a la melancolía y a una cultura propia.
Hungría se ubica al este de Austria y forma parte de la Unión Europea; Budapest está dividida en dos por el río Danubio: Buda, la parte más antigua y tradicional, y Pest, la parte más moderna y cosmopolita.
¿Qué hacer en Budapest? Imperdibles en tu primera visita
En el área de Buda puedes planear un recorrido de dos días para abarcar los sitios más emblemáticos. Primero, cruza el puente de las cadenas o el de la Reina Elizabeth para sentir que tus pasos conectan ambos lados de la ciudad. Al bajar de alguno de estos puentes estarás al pie de la Colina de Várhegy, así que sube para que admires la belleza panorámica de la capital húngara desde la cima de este mirador natural. Una vez arriba no olvides tomar fotografías, incluida tu selfie para las redes sociales.
En los senderos y áreas verdes de esta zona se puede jugar, descansar y hacer diversas actividades físicas. Además, te conectan con una de las entradas al Castillo de Buda, donde la arquitectura de sus murallas y pasillos al aire libre crea una atmósfera medieval; este recinto alberga la Galería Nacional y el Museo de Historia de la ciudad.
Sobre el Castillo de Buda se ubica el Bastión de los Pescadores, plaza pública con más de mil años de historia; pasea por sus terrazas, pasillos elevados, escaleras y pasajes desde los cuales tendrás vistas increíbles de Pest, especialmente durante el ocaso.
Allí mismo se encuentra la Iglesia de Matías, que por su estilo gótico destaca de las casas tradicionales que están a sus costados; la entrada es libre y gratuita, salvo cuando hay algún evento privado.
Situada entre Buda y Pest, la Isla Margarita es un parque flotante en el Danubio. Puedes acceder sin costo y con total libertad de apreciar la naturaleza, descansar, divertirte, leer, hacer ejercicio y disfrutar de un jardín japonés para alcanzar un estado de paz y serenidad.
Por su parte, en el área de Pest hay otros sitios interesantes; si tienes la posibilidad, dedica tres días para conocerlos. Ya que estás en el Danubio, aprovecha para realizar un paseo en bote o barco para que sientas la brisa helada del caudal mientras admiras las construcciones. El precio de un recorrido oscila entre los 12 y los 20 euros, según la embarcación y las características del viaje. De día o de noche es una experiencia que te permite apreciar los dos territorios que conforman la ciudad de Budapest.
Desde el Danubio observarás la majestuosidad del Parlamento de Hungría, que puedes rodear una vez que estés en tierra; por su belleza y estilo neogótico es uno de los más icónicos del mundo. Un consejo es que lo veas de noche, ya que la iluminación artificial y las aves nocturnas incrementan su hermosura.
A solo 10 minutos a pie del Parlamento, y ya en el centro de Pest, se encuentra la Basílica de San Esteban, la iglesia más grande del país. La entrada a su vestíbulo es gratuita, pero otras zonas como la cúpula tienen un costo cercano a los 10 euros. Seas o no creyente, el arte plasmado en su interior bien merece que la visites.
Continúa tu aventura en la Plaza de los Héroes, adonde puedes llegar luego de un viaje en Metro de 10 a 15 minutos (cada boleto cuesta alrededor de un euro), o bien una caminata de una hora. En ese sitio se rinde tributo a personajes históricos de los antiguos imperios húngaros; y justo allí está el Museo de Bellas Artes, edificación parecida al Partenón griego donde se muestran miles de obras nacionales y extranjeras, por lo que a cambio de ocho euros puedes ampliar la visión de esta nación europea y sus vínculos con el resto de la humanidad.
En esa misma zona se extiende el parque de la ciudad, ideal para disfrutar del sol primaveral o veraniego; además, tiene un lago y varios museos y monumentos para que pases un día completo.
Una vez que las aventuras del día hayan agotado tu energía, te recomendamos cruzar una pequeña avenida para relajarte en el balneario Széchenyi; las aguas termales más grandes de Europa, con saunas y piscinas de distintas temperaturas, techadas y al aire libre, por un precio aproximado a los 15 euros.
Viaja a través de los sabores locales de Hungría
La gastronomía es otro de los aspectos distintivos de Budapest, ya que es variada y deliciosa; los sabores de los platillos son memorables.
Por ejemplo, el goulash, un estofado de carne y verduras (parecido al mole de olla mexicano, pero un poco más espeso) con esencias de la región que le dan un toque muy especial. Otro emblemático platillo es el lángos, un pan frito que encima lleva queso, crema y alguna carne fría; debido a su gran tamaño te recomendamos compartirlo y así potenciar este acontecimiento culinario.
El precio de una comida en un restaurante puede ir de los ocho hasta los 15 euros. Sin embargo, en algunos locales hay comida para llevar a partir de los cuatro euros, como los kebabs, que son carne asada, usualmente de cordero, dentro de un pan pita y acompañado de crema y salsa, y los gyros, parecidos a los kebabs, aunque incluyen papas fritas y algunas guarniciones de verduras.
Si bien la capital húngara cuenta con cocinas internacionales como la italiana, la francesa, la japonesa y hasta la mexicana, lo mejor es degustar los platillos típicos y así estar más en contacto con la gente local, su forma de vida y sus tradiciones.
Cómo llegar y dónde hospedarte en Budapest
Desafortunadamente no hay vuelos directos de México a Budapest, por lo que tendrás que hacer escala en Estados Unidos o en alguna capital europea como Londres, Madrid o París. Dado que el aeropuerto internacional Ferenc Liszt se encuentra en Pest, te recomendamos hospedarte en esta parte de la ciudad.
El precio de un vuelo redondo con conexión desde la Ciudad de México hacia Budapest depende de varios factores como el tiempo de anticipación con el que lo compres, si es temporada de vacaciones y la ruta que elijas. Por ende, puedes encontrarlo entre los 25 mil y 35 mil pesos.
Decepciona un poco saber que el Gran Hotel Budapest existe solo en el film de Wes Anderson. No obstante, la ciudad tiene una gran oferta de hoteles con precios a partir de los 800 pesos por noche, según la ubicación, tipo de habitación y amenidades. También hay estancias privadas, el precio inicia en 400 pesos por noche si el lugar es pequeño o si es la habitación de un hogar más amplio. Los hostales son aún más accesibles: 250 pesos por noche, aunque estos tienden a ser poco céntricos y no ofrecen más que una cama en un cuarto colectivo.
Por último, te recomendamos pagar cualquier cosa con tu tarjeta (débito o crédito) y siempre pedir que te cobren en la moneda local (forintos), ya que los precios en euros son un poco más elevados y el cambio a pesos también te hace perder dinero.
Viajar a Budapest es toda una revelación para los sentidos y este año puede ser la mejor oportunidad para crear tu propia experiencia en la capital de Hungría.
DG