La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que, desde 1975, la obesidad y el sobrepeso se han triplicado en el mundo. Las causas principales de esta situación son el aumento en el consumo de alimentos ricos en energía y una reducción en la actividad física diaria.
Una adecuada alimentación es el factor principal para prevenir, e incluso tratar el sobrepeso y la obesidad, ya que esta enfermedad surge entre otros factores, de la cantidad de calorías que consumimos, en relación con las que gastamos.
“Así que una alimentación que nos provea sólo de la energía que necesitamos y no más, nos dará la cantidad de grasa corporal adecuada”, asegura Beatriz Cuyás, licenciada en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, quien recomienda incidir en aquellos factores que podemos controlar para prevenir entre otros:
- Hacer ejercicio regularmente durante mínimo 30 minutos diarios (caminar, nadar, combinar ejercicios cardiovasculares y de resistencia) y evitar estar sentados o estáticos por periodos largos de tiempo.
- Seguir un plan de alimentación saludable (frutas, vegetales, cereales integrales y de granos enteros) y evadir las calorías que provienen de los líquidos, bebiendo, durante todo el día, agua natural (de 1.5 a 2 litros).
Comer en base a señales de hambre y saciedad, y no por cuestiones emocionales o sociales.
Procurar un patrón de sueño saludable y controlar regularmente el peso
Los niños primero
Una tarea fundamental para evitar y revertir los avances de la obesidad infantil es inculcar en los niños un estilo de vida saludable, cuidando su alimentación, tanto en calidad como en cantidad.
“Una dieta rica en verduras, frutas, leguminosas cereales integrales y productos de granos enteros, así como elegir el agua sobre otras bebidas con calorías. Cuidar las cantidades, de acuerdo con su tamaño y hambre. Por ejemplo, una porción adecuada para un niño preescolar, puede ser medio sándwich, mientras que, para un niño mayor, puede ser un sándwich completo”, concluye la nutrióloga.
Por otra parte, es importante motivarlos a participar en actividades físicas y deportivas.
Bajos en energía, altos en nutrimentos
Diversos estudios colocan al pan en una posición neutra respecto al sobrepeso y la obesidad y al pan integral o de granos, en una posición ventajosa.
“Es un alimento con bajo aporte de energía, pero nos da proteínas, vitaminas y minerales importantes", asegura Beatriz Cuyás.
Además, contiene fibra y esto nos hace sentir satisfechos y comer menos. Este tipo de pan puede incluirse en la dieta de cualquier persona, incluso en la de quienes están a régimen para reducir de peso.
Eso sí, cuidando las proporciones y haciendo combinaciones adecuadas con verduras, alimentos de origen animal bajos en grasa, leguminosas, entre otros, evitando excedernos en la cantidad de energía que debemos consumir para mantener el peso corporal.
En cuanto a quienes están en un plan para reducir de peso, las porciones de pan y otros alimentos, dependerán de las características de cada persona.
Para lograr un peso adecuado, empieza por adoptar hábitos saludables de alimentación y realizar ejercicio regularmente.
REPL