Más del 80 por ciento de las enfermedades relacionadas con el corazón, el sistema circulatorio y el metabolismo son prevenibles, de acuerdo con el estudio “The Global Burden of Cardiovascular Diseases and Risk: A Compass for Future Health” del Journal of the American College of Cardiology (JACC).
De hecho, este tipo de problemas de salud están entre las principales causas de muerte a nivel mundial, según un reporte de la farmacéutica Sanofi.
Entre los principales factores de riesgo cardiovascular se encuentran la hipertensión arterial, el índice de masa corporal incrementado, el tabaquismo y el sedentarismo. No obstante, los índices de mortalidad disminuyen cuando se obtienen diagnóstico y tratamiento médico en etapas tempranas.
Aunado a ello, es importante generar hábitos de vida más saludables, así como acciones de prevención y diagnóstico oportuno que eviten complicaciones que puedan ser fatales; con base en estudios clínicos y el historial médico de cada paciente los médicos pueden dar un diagnóstico certero.
También es clave la disciplina personal para apegarse al tratamiento; esto alivia al organismo, controla el padecimiento y evita más complicaciones. Además, la actividad física y el ejercicio como parte de la rutina diaria proporcionan energía suficiente y bienestar general para el organismo.
En ese sentido, acudir con un profesional de la nutrición es clave para obtener un tratamiento integral, ya que a partir de sus conocimientos y experiencia crean regímenes alimenticios personalizados que, entre otras cosas, están enfocados en disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos del organismo.
DG