Enfermedades crónicas afectan la sexualidad

Diabetes mal controlada puede derivar en afectaciones vasculares o nerviosas, que pueden impactar la salud sexual.

Cuando la disfunción eréctil se presenta antes de los 45 años, puede ser una señal de una enfermedad cardiaca (Cuartoscuro).
Rosa Emilia Porras Lara
Ciudad de México /

Desde el año 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), designaron el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual.

Este año, el lema fue “Educación sexual para todos: un puente hacia la salud sexual, con el fin de promover el acceso a la salud sexual efectiva desde un enfoque positivo; con el precepto de que los hombres y las mujeres puedan vivir su sexualidad en un entorno saludable y respetuoso, libres de coerción, discriminación y violencia.

La sexualidad es un elemento natural y primordial en la vida del ser humano, ésta no sólo se limita al coito o la capacidad reproductiva, sino que forma parte de la personalidad de un individuo y nos ayuda entender quiénes somos, cómo nos mostramos ante otros y cómo somos percibidos por la sociedad.

La salud sexual no sólo está limitada a la ausencia de enfermedades, sino que para que ésta sea efectiva es necesario que las personas cuenten con acceso a información veraz para evitar embarazos no deseados y ser conscientes de la responsabilidad de respetar, proteger y ejercer los derechos sexuales propios y de todas las demás personas.

Si la salud sexual es más que la ausencia de enfermedad, ¿qué hay de aquellas personas que ya tienen una enfermedad? ¿A qué se enfrentan y cómo viven su sexualidad?


“En el caso de las personas que viven con una Enfermedad Crónica No Transmisible (ECNT) como la diabetes, pueden existir alteraciones vasculares o nerviosas que afecten de manera directa la respuesta sexual normal. En los hombres este tipo de padecimientos incluyen alteraciones de la erección, la eyaculación, el orgasmo, la sensibilidad e incluso la libido”, aseguró Irma Ceja Martínez, Gerente de Endocrinología y Nutrición de Grupo PiSA y médico especialista en medicina interna.

Para algunos, el tema puede resultar un tabú. Sin embargo, no abordarlo de manera temprana y oportuna puede tener implicaciones negativas en la autoestima de las personas que incluso pueden permear su círculo social.

Cuando se desconocen o ignoran las necesidades en materia de sexualidad y reproducción, se priva a las personas del derecho básico a elegir opciones determinantes sobre su propio cuerpo y su futuro, lo que puede producir afectaciones no sólo para el individuo, sino también para su núcleo familiar y la sociedad.

En el mundo, diariamente más de 1 millón de personas contrae alguna Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). En México, el 30% de las personas entre 18 y 30 años ha padecido o tiene alguna ETS.

De acuerdo con datos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 55% de los hombres con diabetes sufre de disfunción eréctil. Otras causas principales para la disfunción eréctil incluyen la presión arterial alta, la enfermedad renal, el tabaquismo, el consumo excesivo del alcohol y las enfermedades de los vasos sanguíneos y el corazón.

“La disfunción eréctil no está considerada como una enfermedad, es más bien un síntoma de otra patología que puede afectar los nervios y los vasos sanguíneos, y en ocasiones es el resultado de una diabetes mal controlada. Cuando la disfunción eréctil se presenta a temprana edad, antes de los 45 años, puede significar una señal temprana de enfermedad cardiaca que debe ser atendida de inmediato”, puntualizó la doctora.


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