Las mamás de hoy saben que la salud y buenos hábitos inician desde los primeros días de vida de los bebés, y para ello es necesario estar informadas, saber leer las etiquetas de cualquier producto y recibir la asesoría de profesionistas especializados en nutrición y lactancia para actuar más allá de mitos, costumbres o de influencias publicitarias.
Esto lo tiene muy claro la especialista en lactancia, la doctora Fernanda Cárdenas Mancilla, quien para ser madre se especializó en el tema y en todo lo relacionado con la lactancia y cuidados de bebés en sus primeros años, lo cual actualmente le permite dar consultas físicas y en línea a mujeres embarazadas y madres para que brinden una alimentación adecuada, lo que será una base para toda la vida.
La egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), vio en esta área una opción para empezar a desenvolverse profesionalmente, sin importar donde esté. En su caso, arrancó su emprendimiento desde Michigan, Estados Unidos, donde dio un taller de lactancia a través del Consulado de México en ese país.
“Fue dirigido específicamente para mamás mexicanas, pero tuvimos tres mamás hondureñas, una de Costa Rica y seis de Detroit que también estuvieron interesadas en ejercer la lactancia con conocimiento", comentó.
"La información es poder y estar bien informadas antes, durante y después del embarazo es fundamental. Conocer sus derechos y los del bebé, así como que lo que pueden lograr con su cuerpo es más que suficiente para tener una buena lactancia, hacer un equipo multidisciplinario. Mamá con su ginecólogo, bebé con su pediatra y tener una asesora en la alimentación madre-bebé les garantiza una lactancia y alimentación exitosa”. agregó.
Apoyo en línea
A través de la página Lactando.com.Ciencia en Facebook e Instagram, ofrece las asesorías personalizadas de lactancia, banco de leche, alimentación y cuidados básicos del recién nacido, que ha puesto en práctica con su pequeño Alonso, por quien se interesó en el tema y se dio cuenta que le falta información, ya que lo aprendido durante la licenciatura no era suficiente, por lo que tomó cursos y diplomados de nutrición infantil.
Las consultas que da están planeadas para una hora, pero cada caso es distinto de acuerdo con las dudas y temas que desee abarcar la madre. Hay quienes quieren saber desde el agarre correcto del niño, cómo colocarlo, cómo sostenerlo y hasta lograr una toma eficiente.
Lo primero, señala, es tener toda la información muy clara, conocer los beneficios de darles pecho y su derecho al apego inmediato de mamá y bebé, de tenerlo sobre su pecho tan pronto nazca para que ese contacto y la primera toma de leche les genere el vínculo externo, luego de nueve meses en el vientre.
La lactancia debe durar, de manera exclusiva, durante al menos seis meses, y como ideal hasta dos años, pero también se puede terminar cuando la mamá, bebé o los dos lo decidan, con casos donde solo puede ser un mes, aunque son muy raros los casos cuando el bebé se desteta antes de los 6 seis meses.
Lo que sí puede pasar, dijo, es que si se les ofrece fórmula se genera algo que se llama confusión tetina-pezón y como con la tetina del biberón no tiene que hacer esfuerzo para obtener la leche como con el pecho, se queda “con lo más fácil”.
Señaló que en los primeros seis meses la alimentación exclusiva a base de leche materna significa no darles ni ningún otro producto por natural y benéfico que sea, ni siquiera té. “Ésta tiene todos los nutrientes y proteínas que necesita, minerales, vitaminas e incluso moléculas que ayudan a la generación del tejido y desarrollo cerebral o cognitivo”, explica.
Además, agregó, el estómago e intestinos del bebé no están maduros para poder probar un alimento sólido. Se ha visto que los que están alimentados exclusivamente con pecho tienen una mejor salud intestinal y también tienen un menor índice de infecciones respiratorias y digestivas.
Una mamá, indicó, siempre tendrá la cantidad de leche que necesita. Ni más, ni menos. Esto dependerá del buen agarre con su bebé, porque la succión es el mejor estímulo para ir promoviendo la producción, de manera que esta se acaba cuando termina o se reduce significativamente la succión.
“Es muy raro el caso de una mamá que no produzca leche. Como tal hay una enfermedad que se llama hiperplasia mamaria, en la cual la glándula no se desarrolla de manera correcta para que la leche se pueda producir bien o porque tengan algún problema a nivel cerebral que no permita cumplir su función a las hormonas encargadas de producir”, señala.
Destacó que hay muy pocos medicamentos contraindicados en la lactancia, uno de ellos son los radioterapéuticos o quimioterapéuticos y en caso de que la mamá tenga tuberculosis activa; pero aparte de eso no hay contraindicaciones.
Explicó que la mejor vía para un bebé siempre va a ser la leche materna, por eso hay bancos de leche humana, pero al final no es totalmente indispensable, porque se puede sustituir con algún sucedáneo, aunque nunca será igual. Después ya empieza la introducción de sólidos.
Recomendaciones
En esa etapa, dijo, se deben cumplir tres cosas: que se pueda mantener sentado solo o con apoyo; tenga interés real por los alimentos y haber perdido el reflejo de extrusión de la lengua. Es ahí cuando se elige el método, ya sea el tradicional de papilla o el nuevo que se llama BLW, el cual consiste en dejar que se alimente solo de trozos de alimento aptos para humanos. En ambos casos lo mejor es preferir los ricos en hierro y se ofrece uno por día, hasta que a los 15 días se logre un plato completo con los cinco grupos. El método depende del tiempo para alimentarlo, porque en el nuevo es él quien decide cuándo deja de comer y en la papilla es la mamá quien la ofrece y hace la progresión.
Indicó que durante el primer año no se les puede dar miel porque les ocasiona muchos problemas y mínimo hasta los dos años ninguna azúcar añadida, solamente la del alimento, pero nada de refrescos, papas, dulces o comida que venga en presentación de “bolitas” por alto riesgo de ahogamiento. Si se piensa en dar jugos hay que revisar que realmente no tengan azúcar añadida porque en ocasiones pueden tener más que un refresco.
De los cinco grupos lo único que se debe consumir con moderación es la proteína. Se les hace un cálculo a los bebés de acuerdo con su peso y edad para saber la cantidad de proteínas requerida al día, porque el excedente de proteína por día conlleva riesgos de obesidad. De manera general un niño de seis meses a un año no debe consumir más de 30 gramos de proteína al día, no más de media taza de cereales, no más de tres cuartos de fruta y no es necesario que en los tres tiempos lleve alimentos de los cinco grupos, explicó.
Influenciados de la madre
Está comprobada una predisposición, para bien o para mal, de que lo que la mamá come impacta en el bebé, porque cuando ellas están embarazadas los nutrientes y sabores pasan por la placenta y el o la bebé los va reconociendo durante el periodo de lactancia. Pero también el menor puede comer por imitación o descubrir nuevos sabores.
RARR