La Dirección General de Epidemiología publica semanalmente las muertes maternas en México: hasta la semana 21 (27 de mayo 2024) se habían registrado 193 defunciones en el país; las entidades con mayor número de casos son Chiapas (16), Jalisco (16), Estado de México (16), Veracruz (16) y Chihuahua (12), que en total representan el 36.8%.
Y es que, la muerte materna es un problema de salud pública en México: tan solo en 2023 perdieron la vida 556 mujeres por complicaciones durante el embarazo, parto o puerperio, de acuerdo con datos oficiales.
Esta situación se agrava, debido a que por cada muerte materna se registran 30 casos de morbilidad materna extrema, “esto quiere decir que la mujer tuvo riesgo de fallecer por alguna complicación ocurrida durante el embarazo, parto o puerperio, pero gracias a la atención oportuna y adecuada, logró sobrevivir; no obstante en algunos casos pudieron quedar secuelas en las mujeres”, explicó el médico ginecobstetra, Alejandro Posadas Nava, subdirector Médico en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Gineceo Obstetricia (HGO) No. 4 “Luis Cartelazo Ayala”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la farmacéutica guatemalteca Agefinsa, en conferencia de prensa, organizada en el marco del “Día Mundial de Lucha contra la Mortalidad Materna y de la Salud de la Mujer”, que se conmemora el 28 de mayo.
El especialista advirtió que la morbilidad materna extrema puede dejar graves efectos en las pacientes, incluso padecimientos incapacitantes permanentes, “como hemorragia cerebral, que le impiden valerse por sí misma; o un sagrado excesivo que provoque un daño renal irreversible o necrosis en las estructuras cerebrales”.
El también integrante del Colegio Mexicano de especialistas en Ginecología y Obstetricia, recordó que las principales cusas de muerte materna en México y a escala mundial, son la hemorragia obstétrica y la preeclampsia, que se pueden evitar con tratamientos adecuados, disponibles en el cuadro básico.
El médico detalló que en México el sector salud tienen los recursos para mitigar y disminuir las hemorragias, con el ácido tranexámico, indicado en los protocolos mundiales para ayudar a que las pacientes coagulen más rápido, evitando el sangrado, la mortalidad materna y la morbilidad materna extrema.
Consideró también que la muerte materna “es un indicador de los servicios de calidad en los servicios de salud: entre más muertes maternas se tengan, los servicios de salud son peores”.
Inteligencia artificial, salva vidas
Respecto a la preeclampsia, el médico cirujano Raigam Martínez Portilla recordó que es la presión arterial alta o hipertensión durante el embarazo, provocada por varios factores, “entre los más comunes están, la edad materna (mayor de 35 años, hasta cuatro veces más de riesgo), obesidad, estrés, diabetes, consumo de alcohol, tabaquismo, ingesta excesiva de sal o antecedentes familiares, así como presión alta en embarazos anteriores”.
De ahí la importancia de prevenir y darle seguimiento al embarazo: “el control prenatal es clave y desde el principio debemos diferenciar esos factores de riesgo que podrían provocar hipertensión en las mujeres embarazadas”.
Por ello, en el Instituto Nacional de Perinatología con Inteligencia Artificial se desarrolló un algoritmo “que nos permite prevenir la preeclampsia a través de la información clínica de las pacientes con lo que hemos podido reducir un 82% de preeclampsia que sucede antes de la semana 34 del embarazo, y un 62% antes de la semana 37”.
“Con el uso de la Inteligencia Artificial es prevenible este padecimiento y con ello se evitan complicaciones disminuyendo la muerte materna”, indicó el también investigador.
Recordó que la hipertensión es una enfermedad de la placenta, “lo que hacemos con acciones de prevención es mejorar el trabajo de la placenta, pero si desarrolla preeclampsia tenemos estrategias, modernas y efectivas que nos permiten salvar a la paciente; una de las estrategias más importantes es disminuirle la presión arterial, utilizando el labetalol, medicamento de primera elección para reducir y estabilizar la presión arterial elevada en el embarazo”, indica el médico, ganador del Premio Internacional a la Mejor Investigación en 2022.
Agregó que el labetalol actúa ayudándole al corazón a hacer menos esfuerzo para bombear la sangre, permitiendo que las presiones arteriales se mantengan estables y hasta que están estables, es posible interrumpir el embarazo, porque “si se presentan presión arterial alta antes de la semana 37-34 tendremos un bebé prematuro, que tiene un riesgo del 50% de mortalidad”.
El especialista reiteró que “el control prenatal adecuado y la respuesta inmediata con los protocolos de atención establecidos en el Código Máter, que incluye el uso del ácido tranexámico y el labetalol, nos van a permitir disminuir la mortalidad materna en México”.
RRR