El mundo del gaming ya hace años que ha abierto su mirada más allá de las máquinas de arcade y las consolas de videojuegos. Desde las computadoras, que fueron revolucionarias a principios del actual siglo adoptando muchos títulos, se les han sumado en las últimas décadas los smartphones y las tabletas con un gran número de adeptos.
Ambos han conseguido llevar esta forma de entretenimiento a un nuevo nivel gracias a su portabilidad y al hecho de no tener que estar en un lugar concreto para disfrutar de sus opciones a través de Internet. ¿Pero cuál es la mejor opción para jugar? Repasamos sus pros y contras.
Smartphones para gaming
La principal ventaja de un smartphone es, sin duda alguna, su rápido acceso. Debido a su pequeño tamaño, pueden acompañar a los usuarios en cualquier momento del día, sin necesidad de planificación. Además, ahora disponen de un amplio abanico de opciones a través de navegadores y tiendas virtuales.
Ejemplo de ello son los juegos que se pueden encontrar en la página oddshecker, para los que un teléfono inteligente podría ser el dispositivo ideal para jugar gracias a su comodidad. Los desarrolladores de las experiencias de los jugadores trabajan de manera constante en presentar mejoras, pero la realidad es que los smartphones tienen una visualización limitada a causa de las medidas de la pantalla.
Por mucha calidad que haya, los gráficos más complejos quizás no se pueden disfrutar del mismo modo que en el televisor o la computadora. Al mismo tiempo, el uso de aplicaciones consume mucha energía y se pueden generar interrupciones con las notificaciones.
Tablets para gaming
Las tablets, a pesar de ser menos usadas que los celulares, igualmente han conseguido hacerse un hueco dentro del sector. Al contar con un tamaño más grande, ofrecen una experiencia visual más detallada que causa menor fatiga ocular.
En general, como puntos positivos, también suelen tener una batería de más duración al no tener tanta carga de memoria ocupada, lo que permitirá sesiones más largas sin necesidad de alimentar de energía, y contemplan más controles táctiles que los aparatos de bolsillo.
Es evidente que, en comparación con los smartphones, suponen una mayor logística debido a su volumen y peso, algo que condiciona el hecho de llevarlas a cualquier lugar. En consecuencia, se requiere cierta planificación para ver dónde se guarda.
Su uso también es más complicado pues no vale con una sola mano, sino que son necesarias ambas o una superficie donde dejarla. Al no ser de uso tan habitual como otros dispositivos inteligentes, sus actualizaciones no son tan frecuentes.
¿Qué dispositivo es mejor para gaming?
Los smartphones y las tabletas, pese a tener muchas similitudes, cuentan con diferencias de peso que nos pueden ayudar a decantarnos por una u otra opción. Ambas disponen del componente portátil y de la conexión a Internet, algo de gran valor y que permite jugar sin importar el lugar. Si la actividad se tiene que dar de forma rápida e instantánea, mejor el celular, capaz de acompañar sin causar molestia alguna.
Mientras que el teléfono inteligente es un perfecto compañero para dar servicio a toda hora del día, la tableta se erige con una alternativa algo más pausada. La mayoría de las personas no la llevan consigo durante toda su rutina, sobre todo debido al peso y al volumen, aunque la experiencia será más completa.
FCA