En el vasto paisaje de la economía mexicana, donde conviven grandes corporaciones y emprendedores emergentes, las "tienditas" representan un pilar esencial que sostiene la estabilidad de más de tres millones de hogares y comunidades.
Con alrededor de un millón de pequeños comercios esparcidos por todo el país, las tiendas de abarrotes juegan un papel crucial en mantener el tejido social y económico de México. Estos negocios no solo impulsan la economía familiar, sino que también fortalecen la comunicación en las comunidades al convertirse en espacios de interacción diaria y apoyo mutuo.
Las entidades federativas con mayor número de estas unidades económicas son el Estado de México con 161 mil 194 establecimientos; la Ciudad de México con 84 mil 574 y Puebla con 73 mil 258.
Apoyo, clave para su desarrollo y permanencia
Reconociendo la importancia de estas pequeñas empresas, la sinergia y el acompañamiento que obtienen de proveedores como la Industria Mexicana de Coca-Cola han tomado un papel protagónico en su desarrollo. Esto nace desde el entendimiento de que apoyar a los pequeños negocios es apoyar a la economía del país entero.
El apoyo que se da a través de la industria se ve materializado en la disposición de incentivos económicos como microcréditos, mejoras en sus espacios de trabajo a través de la intervención de fachadas y optimización en la distribución de anaqueles para una mejor experiencia a los consumidores. Por otra parte, se tecnifican sus puntos de venta para llevar un control de inventario más certero e incrementar su oferta de servicios de pago, y programas de recompensas.
A través de estas actividades, se busca mejorar la rentabilidad de las tienditas y empoderar a sus propietarios, quienes se han convertido en líderes naturales dentro de sus comunidades. Así, la colaboración entre compañías y estos puntos de venta potencian las habilidades comerciales de sus dueños, promueven su desarrollo y les permiten adaptarse a las necesidades de sus consumidores.
Centros cruciales que promueven la cohesión social
Un ejemplo de esta situación es la tiendita La Poblanita, ubicada en Estado de México, propiedad de Juan Méndez y su mamá, quienes aseguran que su tiendita tiene un gran impacto en su comunidad porque “desde que iniciamos este negocio, se convirtió en un punto de encuentro, además que aprovechan su visita para platicar con nosotros”, afirma Juan Méndez.
Por otra parte, Juana Vásquez, recuerda que, junto con sus hermanos, iniciaron hace 30 años la tienda La Floresta, “comenzó como un negocio muy pequeño, que ha crecido gracias al apoyo de los vecinos”. Agrega que recuerda con cariño a un cliente que conoció desde pequeño “que vino hace unos días y ya se convirtió en papá, trajo a sus niños y les habló de mí, desde cuando él venía de pequeño”.
Impulso a la digitalización de las tienditas
Para Adal Ortiz Ávalos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la Ciudad de México, la digitalización de las tiendas de abarrotes se debe de implementar en forma generalizada, no solo para preservar empleos que generan, sino para incrementar las ventas en sus establecimientos.
El dirigente empresarial subrayó la importancia de la educación financiera y los puntos clave para el éxito de un comercio, no solo es esencial para la supervivencia de estos negocios, sino para su expansión y adaptación a las nuevas realidades de consumo: “la implementación de herramientas digitales como redes sociales y métodos de pago electrónicos no solo facilita la interacción con los clientes, sino que también abre nuevas oportunidades de crecimiento y competitividad”, indicó durante su participación en Expo Trastienda, que se llevó el pasado mes de agosto de 2024 en la Ciudad de México.
Perseguir un sueño, la guía para muchos de ellos
Para Juan Méndez, de La Poblanita, un factor importante para el emprendedor es “que ponga metas y que las cumpla, pero, sobre todo, que nunca se rindan”.
Juana Vázquez considera que su tienda La Floresta, también localizada en el Estado de México, “es una muestra de que sí se puede salir adelante, que no es necesario tener mucho dinero para emprender un negocio: lo importante es tratar bien a los clientes, conocer sus gustos y sus necesidades”.
Y es que, las tienditas, son más que puntos de venta: son centros cruciales que promueven la cohesión social; son un motor que impulsa la economía local, el corazón que mantiene unidas a las comunidades y un pilar fundamental en la estabilidad económica de México.
Su apoyo y desarrollo no solo benefician a las familias que dependen de ellas, sino que también fortalecen la estructura social del país. En un México en constante evolución, las tienditas continúan siendo un referente y fuente de inspiración comunitaria.
RRR