Debido a la contingencia provocada por el covid-19 y tras la declaración de la emergencia sanitaria durante la cual se requirió de la participación de todos para reducir el riesgo de contagio, toda la población tuvo que cambiar sus hábitos y rutinas diarias.
Entre estos cambios estuvo la manera en que los mexicanos empezaron a hacer las compras de sus productos básicos. La alternativa no era ir a un gran supermercado, sino apoyarse en las llamadas “tienditas de la esquina”.
Desde ese momento, estos pequeños establecimientos se convirtieron en una alternativa para cuidar la salud y, sobre todo, contribuir a la economía local.
Aliados para la economía local
El año pasado, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) expuso a través de un comunicado que estos puntos de venta eran la mejor alternativa para ayudar a evitar contagios, pues al reducirse el espacio y número de personas que acudían a ellos, resultaba más sencillo seguir las medidas de prevención.
De acuerdo con información de la Asociación, estas tienditas se destacan porque lograron mantenerse firmes, tal y como lo han hecho en otras ocasiones de crisis, como en desastres naturales, por lo que se convirtieron en un elemento de confianza para adquirir los productos básicos del hogar.
A casi dos años de la pandemia de covid–19, el panorama cada vez es mejor para las micro y pequeñas empresas; muchas han retomado el rumbo y, poco a poco, se van recuperando del impacto económico que les dejó la emergencia sanitaria.
Actualmente “las tienditas y negocios de pequeños comerciantes son un monumento a la resiliencia”, dijo Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, (ANPEC), en conferencia de prensa.
Se mantienen a flote
Durante la presentación del estudio “Ventas Vs Pandemia”, realizado por ANPEC en conjunto con académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Anáhuac, Rivera Rodríguez destacó la perseverancia con la que tenderos y pequeños negocios han tratado de revertir los efectos de la pandemia, como las restricciones de horario y venta, y la inflación.
Hay que destacar que el sector del comercio al por menor de abarrotes y alimentos fue una de las más afectadas por la crisis sanitaria. De acuerdo con el estudio, alrededor de 89% de tenderos resultaron afectados y 28.4% disminuyeron sus ingresos.
“Las tienditas de la esquina son como una comunidad que está al frente de la batalla... Lo que hacemos en ANPEC es poner de relieve la importancia de la actividad que es muy esperanzadora. Hemos trabajado con mucha fuerza para salir adelante”, dijo Rivera Rodríguez.
Rivera también destacó que el año pasado cerraron alrededor de 300 mil tienditas debido a la crisis económica que azotó al país por la emergencia sanitaria; no obstante, gracias a la reactivación lograron reabrir alrededor de 150 mil.
RRR