¿Qué relación pueden tener Ramsar, ciudad iraní junto al Mar Caspio, y Tomatlán, municipio del estado de Jalisco con un litoral repleto de preciosas playas bañadas por el Océano Pacífico?
Antes de responder, vale la pena formarse una idea de lo que representa no solo para México, sino para un riquísimo corredor natural y social que viene desde los desiertos del norte mexicano y sigue corriendo hasta Centroamérica, la buena salud de la selva baja caducifolia o “selva seca”, la cual ocupa casi el 12% del territorio mexicano.
En la Laguna de Chalacatepec, espectacular humedal localizado en Tomatlán y en cuyos alrededores se consolida paso a paso el desarrollo turístico de Xala, sus abundantes recursos naturales y la imperiosa necesidad de conservarlos y multiplicarlos, se convirtieron en una prioridad absoluta para sus fundadores desde hace más de una década, quienes desde el primer momento buscaron alianzas con los habitantes de la región.
La selva seca en que se localiza, está habitada por más de 4 mil especies animales, posee más de 580 hectáreas de mangle (el de mayor extensión en la costa de Jalisco), 120 hectáreas de mangos plantados por los equipos de Xala, es la casa de 6 mil tipos de plantas –muchas endémicas–y un importantísimo campamento tortuguero al que cada año llegan a desovar miles de ejemplares de las especies laúd, prieta y golfina que, en conjunto, conforman un ecosistema sencillamente invaluable.
A estos ingredientes sume la presencia de la citada “Laguna de Chala”, uno de los 142 sitios Ramsar con que cuenta México, cifra que convierte al país en el segundo lugar mundial en dicho rubro. Es momento de responder a la pregunta que abrió este artículo:
Fue en 1971 cuando en Ramsar, al norte de Irán, se llevó a cabo la Convención sobre Humedales de Importancia Internacional, el acuerdo más importante adoptado hasta el momento por decenas de países para proteger y fomentar un uso racional de los humedales del planeta Tierra, tesoros de la biodiversidad y refugios de numerosas especies, siendo el único tratado global dedicado a la conservación de un ecosistema en particular.
En resumen, a los lugares que forman la lista de Humedales de Importancia Internacional se les denomina Sitios Ramsar, y entre estos se encuentra la Laguna de Chalacatepec.
Cooperación y resiliencia, elementos innegociables
Desde sus orígenes, la comunidad de Xala ha privilegiado el desarrollo regional basado en el concepto de resiliencia, a través de proyectos concretos que impulsa en coordinación con la gente de la comunidad de José María Morelos.
A la par de los exclusivos servicios turísticos que próximamente ofrecerá en el marco de esos 7 kilómetros de blancas arenas, olas, restauración de sitios icónicos como el faro de la zona y la vegetación única con que cuenta, se ha aliado con iniciativas como el Reforest Project (@reforestproject en Instagram), que de un año para acá ha plantado más de mil 300 árboles, aplicando las más estrictas medidas para garantizar su supervivencia.
Generar un círculo virtuoso en el que tanto Xala como las comunidades de pescadores y agricultores encuentren un equilibrio medioambiental y de mutuo desarrollo, es la premisa de un proyecto integral que busca convertirse en un ejemplo de cómo pueden coexistir el turismo con la vida en frágiles ecosistemas que absolutamente a nadie nos conviene que desaparezcan.