Relatan “valor cultural y social” del desaparecido Cine Elizondo

Durante el Ciclo Memorias de Nuevo León, Kassandra Sifuentes habló sobre el tema, charla que se transmitió por las redes sociales de 3 museos.

Foto: Especial
Gustavo Mendoza Lemus
Monterrey /

A punto de cumplir 40 años de su demolición, el gran Cine Elizondo aún genera recuerdos entre la sociedad regiomontana de quienes tuvieron oportunidad de conocerlo.

Este fue el tema del Ciclo Memorias de Nuevo León, que presentó la charla Cines monumentales de Monterrey: el Gran Cinema Elizondo, impartida por Kassandra Sifuentes Zúñiga y que transmitió 3 Museos en sus redes sociales.

Ubicado sobre la calle Zaragoza, y demolido para dar paso a la Macroplaza, el Cine Elizondo aún es recordado por su ornamentación de estilo oriental, y porque marcó un punto de partida en la sociedad para la conservación del patrimonio arquitectónico.

Kassandra Sifuentes Zúñiga es investigadora de la historia del cine en Nuevo León, y en su charla presentó un recorrido sobre la llegada del aparato cinemático a la entidad allá por 1898, y del primer ensayo de sala de proyección, el Cine Fausto, dos años más tarde.

En un diálogo con el historiador Leonardo Martínez Hernández, coordinador del ciclo, la expositora resaltó el valor cultural y social que tiene el Cine Elizondo en la memoria de los regiomontanos, a pesar de ser demolido hace casi cuatro décadas.

“Más allá de lo arquitectónico, resalto que tiene un valor cultural, porque representa una coyuntura para las salas de cine en Monterrey y la cultura cinematográfica, pero también social por el sentimiento y la convivencia que generó”, expuso Kassandra Sifuentes Zúñiga.

El Gran Cinema Elizondo formó parte de la etapa de salas monumentales que registró Monterrey hacia 1940. Fue una obra que emprendieron los hermanos Rodríguez, en conjunto con la familia Elizondo, para iniciar la construcción del cine.

Se inauguró un 10 de abril de 1943, siendo una obra del arquitecto Arturo Olivero Cedeño, y que contaba con una capacidad de mil 700 butacas. El rasgo característico del cine fue su ornamentación, que se reprodujeron a partir de porcelanas y relieves auténticos, según destaca la investigadora en su conferencia.

“A la sociedad le interesaba la idea de que fuera reubicado en otro sitio, incluso se pedía que fuera actualizado con más tecnología, sin embargo, el gobierno da falsas esperanzas de una reubicación, pero se da la demolición”, compartió Sifuentes Zúñiga.

La charla Cines monumentales de Monterrey: el Gran Cinema Elizondo, puede ser vista de nueva cuenta en la página Facebook @3museos sin costo.

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