5 cosas que Julio Verne soñó 100 años antes de su invención

¿Pudo un escritor del siglo XIX pensar que Facebook Live sería una realidad en el futuro? En sus textos, Verne imaginó máquinas imposibles y tecnologías poco probables que hoy son indispensables.

Julio Verne
Ángel Soto
Ciudad de México /

Julio Verne fue un acumulador de méritos: escribió casi 100 libros, es el segundo autor más traducido de la historia, reunió una biblioteca que envidiaría cualquier bibliófilo y logró convertir a un científico —no precisamente el personaje en quien uno piensa cuando se menciona la palabra héroe— en el protagonista de aventuras inauditas y arriesgadas.

Pero quizá su mérito más notable se cristalizó sin que él mismo vislumbrara la trascendencia que lograría.

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En varios de sus textos imaginó máquinas imposibles, inventos alocados y tecnologías poco probables que, sin embargo, hoy son indispensables para nuestra cotidianidad. Estos son inventos que el escritor francés imaginó hace más de 150 años y que se hicieron realidad mucho tiempo después.

Leer noticias en el teléfono

En En el siglo XXIX: La jornada de un periodista norteamericano en el 2889, un texto escrito en el siglo XIX y publicado en un periódico de su época, Verne sugiere la posibilidad de un diario que inauguraría el "periodismo telefónico":

"Todas las mañanas, en lugar de ser impreso, como en los tiempos antiguos, el Earth Herald es 'hablado': es en una rápida conversación con un reportero, un político o un científico, que los abonados se informan de lo que puede interesarles. En cuanto a los clientes no suscritos, se sabe que por unos centavos toman conocimiento del ejemplar del día en las innumerables cabinas fonográficas".

¿No se parece acaso a los videos de noticias que consumimos todos los días en Facebook Live o en Twitter en el smartphone?


Adivinó el crecimiento desmedido de la población

En el mismo texto escribió que en el futuro la población de las ciudades alcanzaría "los diez millones de habitantes". Las cifras más recientes de la ONU arrojan que la ciudad más poblada del mundo es Cantón, en China, que supera los 45 millones de habitantes. La Ciudad de México duplica la cantidad imaginada por Verne: más de 20 millones.


El viaje a la luna

Según las versiones oficiales de la historia, Neil Armstrong pisó la Luna 1969, pero Julio Verne escribió De la Tierra a la Luna en 1865 y Alrededor de la Luna en 1870, dos novelas en las que sugirió sorprendentes coincidencias de la ficción con los hechos. Por ejemplo, ambas naves despegaron de cabo Cañaveral y a su regreso aterrizaron en el Océano Pacífico. Otra coincidencia radica en el costo de la misión: según Verne costaría cerca de 12 millones de dólares y la real costó 14.


Fue padre de la mercadotecnia en las nubes

También en La jornada de un periodista norteamericano... expuso la posibilidad de un sistema de publicidad que se difundía en forma novedosa: "consiste en inmensos carteles, que reflejan las nubes y cuya dimensión es tal que se los puede percibir desde toda una comarca. [...] Mil proyectores se ocupaban sin cesar de enviar esos anuncios desmesurados a las nubes".

Hoy, la mercadotecnia sabe aprovechar cualquier receptáculo posible para publicitar sus productos.


El submarino eléctrico

En 1870, año en que se publicó Veinte mil leguas de viaje submarino, Verne lanzó al mundo la alocada idea de navegar en las profundidades del mar a bordo de un vehículo eléctrico llamado Nautilus. Sólo 18 años después, el científico y militar español Isaac Peral inventó el primer submarino eléctrico, concebido como un arma.



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