“En la maternidad hay luz y oscuridad”: Pilar Quintana

En Los abismos, nueva novela de la escritora colombiana, se desmitifica la idea de la madre como un ser de luz que no comete errores y sólo es amor.

Ganadora del Premio de Novela Alfaguara 2021. (Foto: Carlos Zárrate)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

La obra más reciente de la colombiana Pilar QuintanaLos abismos, Premio de Novela Alfaguara 2021, examina a la generación de sus padres, pero la raíz de la historia está en su propia posición como una niña nacida en Cali, en un tipo de sociedad dominada por un mandato que debía cumplir “y lo que yo era no se correspondía con ese mandato”.

“Para mí fue muy difícil crecer en una sociedad que me imponía una manera de ser, una manera de vestir, de hablar o de entender al mundo. Cuando no lo cumplía, me rechazaba esa sociedad y ahí está el germen de eso. Entonces, examinaba también mi lugar en el mundo como una niña que se sentía diferente e incómoda en su propia piel por cómo la sociedad, el colegio, la familia, el círculo en el que me desarrollaba me hacía sentir… y me llevó a ver a mis padres con otros ojos”.

De esa manera surge una novela en la que una niña cuenta las grietas de la relación de sus padres, abiertas durante su infancia, en especial las de su madre, porque con ello se acerca a una generación marcada por estereotipos y convencionalismos que, vistos desde ahora, suelen ser bastante criticados.

“La maternidad es compleja, no es como que una mujer es madre y ya todos sus taras y sus sentimientos oscuros se fueron y ahora todo es luz y amor. Eso no es maternidad, sino lo que nos han hecho creer que es la maternidad: en la maternidad hay luz y oscuridad, y es natural que una mamá se sienta sobrepasada, sienta rabia con el hijo o que quiera escapar por unos minutos de ser madre y vivir su propia vida”, dice la autora.

Estas nuevas literaturas sobre la maternidad están permitiendo que se le desmitifique, en especial la idea de la madre como un ser de luz, como una santa que vive para sus hijos, no comete errores y sólo es amor, sin explorarla en su realidad: mandatos sociales que no sólo afectan a las mujeres, sino también sobre la paternidad, explica Pilar Quintana (Cali, Colombia, 1973).

“Me parece bien interesante abordarlo desde el punto de vista literario, porque es una perspectiva que nos permite ver la otra cara, el lado B, lo que no nos dicen los comerciales de televisión sobre la maternidad y la paternidad y hay algo bien interesante: hasta la generación de nuestros padres, la paternidad se ejercía de una manera distinta, la mamá era quien criaba a los hijos y el padre era el proveedor y no se inmiscuía mucho”.

La perspectiva de Los abismos no deja de ser la de una generación de mujeres que estudia, desafía el lugar que se les asigna, porque tienen la oportunidad de trabajar y no dependen económicamente de un padre o de un marido: “nuestras abuelas no pudieron hacerlo y nuestras madres, aunque ya trabajaban y eran profesionales, tampoco tenían tanta facilidad, porque estaba el mandato social y sobre eso no se discutía”.

Los dos lados de la maternidad

En 2017, Pilar Quintana publicó La perra, una novela en la que se habla de la “maternidad fallida”, donde una mujer decide adoptar a una perra y llamarla con el nombre que quería para la hija que nunca tuvo. Con Los abismos, la intención es ver la relación de esa hija que sí existe, con una madre que se hace muchas preguntas sobre su existencia.

“Me interesaba mostrar lo que no se nos cuenta. Está muy bien decir que la maternidad es maravillosa y que si una mujer no tiene hijos no está completa… esa es una verdad muy contada a medias, porque la maternidad no completa a nadie, no hace que se sientan realizadas, no es sólo belleza: también es rabia, oscuridad, lágrimas y llanto”, cuenta la escritora colombiana: “así como mi hijo me ha hecho mejor persona, también la maternidad me conectó con mi monstruo. De eso no hemos hablado lo suficiente. El cuento que me echaron estaba incompleto, por eso quiero contar la cara oculta”.

Lo que hace la novela es mostrar esa realidad, pero sin poner una categoría de bueno o de malo, simplemente presentar los hechos, para que sea el lector quien se haga cargo del drama que hay en la historia, si bien pide que se haga de manera que se entiendan las cosas como fueron y como las vivimos.

“A veces es facilista ver las cosas desde mi yo de ahora, feminista, de 49 años, que ha hecho terapia, volver al pasado y decir ‘mi abuelo era abusivo porque era 20 años mayor que mi abuela y cuando se casó era adolescente’. Tenemos que examinar cómo fue eso y en ese momento así se vivía la vida y que fuera normal no significa que las personas, en ese yugo, en esa sociedad, no sufrieran”.

Pilar Quintana, al mismo tiempo, se detiene a reflexionar sobre qué hubiera sucedido con La perra o Los abismos de haber aparecido antes de los movimientos feministas de los últimos años, porque cuando empezó con la escritura había desprecio sobre ciertos temas que eran femeninos y eran considerados menores: “ahora, los movimientos feministas han permitido decir cómo van a ser mejores los temas que interesan a la mitad de la humanidad”.

PCL​

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