Adiós a Phil Spector, el maestro de la producción

Trabajó con The Beatles, Tina Turner, Leonard Cohen, The Ramones y The Ronettes, entre otros.

Tom Wolfe lo describió como “el primer magnate de la adolescencia”. Brendan McDermid/EFE
Ciudad de México /

Alguna vez Phil Spector, reconocido lo mismo por su talento musical como por su carácter desaforado, afirmó: “Dios no me dejará entrar al cielo porque soy demasiado malvado”. Especulaciones teológicas aparte sobre su destino, ahora que el productor falleció por complicaciones de covid-19 a los 81 años, acumuló méritos suficientes para ocupar un sitio fundamental en la historia del pop y el rock.

Al productor nacido el 26 de diciembre de 1939 en Nueva York, y quien fue descrito por el escritor Tom Wolfe como “el primer magnate de la adolescencia”, le debemos frases tan pomposas como ésta: “Me sentí obligado a convertir la música en arte, de la misma manera en que Galileo probó al mundo que la tierra era redonda y que el sol no estaba quieto”.

Spector pasó los últimos días en una prisión de California por el asesinato de la actriz Lana Clarkson. Hace cuatro semanas fue trasladado a un hospital, donde falleció el sábado. Concluía así la vida del productor que conquistó el mundo con una técnica conocida como muro de sonido.

El productor probó el éxito por primera vez con su banda The Teddy Bears, con la que grabó su canción “To Know Him Is to Love Him”, frase tomada del epitafio de su padre, que se suicidó cuando él tenía nueve años. La canción llegó al primer lugar de la lista de éxitos de Billboard en 1958, pero sus aspiraciones estaban en la producción, en donde pronto encontró la fórmula del éxito al grado que, a los 23 años, ya era un magnate.

Acercamiento wagneriano

Desde inicios de los 60 a principios de los 70 trabajó con grupos de cantantes femeninas para las que obtuvo grandes éxitos, como con The Ronettes, que adquirió fama gracias a canciones como “Be My Baby” y “Baby I Love You”. También produjo a The Crystals, que triunfaron con “Da Doo Ron Ron” y “Then He Kissed Me”..

“Sinfonías para chavos”, denominaba Spector a sus obras maestras de tres minutos en las que aplicaba una técnica musical que modulaba el sonido gracias a la utilización de un gran número de instrumentos, que incluían cuerdas, alientos y metales. En sus palabras, se trataba de un “acercamiento wagneriano al rock and roll”.

Por ejemplo, en el éxito “You’ve Lost that Lovin’ Feelin’” de los Righterous Brothers utilizó cuatro guitarras, tres pianos y tres bajos, así como un arsenal de trompetas, trombones y saxofones, para luego agregar las voces. Esta técnica fue un gran mérito, sobre todo porque trabajaba con una grabadora de tres pistas.

Otros de sus éxitos fueron “Deep River, Mountain High” (Ike y Tina Turner), “Rock and Roll High School” (The Ramones), “Spanish Harlem” (Ben E. King) o “Death of a Ladies’ Man” (Leonard Cohen).

Un ego tremendo

En 1970, por invitación de Alen Klein, Phil Spector inició su relación con The Beatles al producir “Instant Karma” para John Lennon. De ahí que luego le pidieran hacerse cargo de las cintas que el grupo había grabado entre 1968 y 1970 para armar el álbum Let It Be.

Aunque Paul McCartney se mostró furioso con lo que hizo con su canción “The Long and Winding Road”, pues él quería una versión austera y Spector hizo lo contario, el resto del grupo estuvo de acuerdo con el resultado. Y, por supuesto, el disco se volvió un éxito mundial.

También contribuyó con George Harrison en su disco triple All Things Must Pass y con Lennon en Plastic Ono Band y su laureado Imagine. En el libro John Lennon. La última conversación, de Andy Peebles, el Beatle se refiere a su relación con el productor. “Me gusta mucho su trabajo. Su personalidad no… no me vuelvo loco por ella, ¿sabes? Pero, sí, fue bueno trabajar con Phil porque siempre le he admirado y aportó mucho. Aportó el toque Spector”.  

Lennon explica la obsesión del productor por controlar todo. “Nunca le dejamos hacer lo que quería, ¿sabes? porque nunca le dejamos las manos libres. Si no, él sería todo… Quiero decir que tiene un ego tremendo. Considera al artista como aquel director de cine que considera a los actores como simple basura… Le gustaría enterrar al artista y así la producción es lo principal. Pero no le dejamos hacernos esto”.

Lana Clarkson y un final de pesadilla

Retirado de la vida pública en los 80 y los 90, su comportamiento errático se acentuó, lo que desembocó en la muerte de Lana Clarkson, quien fue encontrada en su casa con un balazo en la cabeza. Según el productor, fue resultado de un accidente cuando la mujer “besaba la pistola”. Fue acusado de asesinato en segundo grado y condenado a 19 años de prisión. “Probablemente estoy relativamente loco: soy mi peor enemigo”, declaró al diario Daily Telegraph en 2003.

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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