'Agnes de Dios', una obra que expone los abusos y la revictimización

“Tristemente en México suceden muchos casos así”, dice el director Óscar Casanova, quien busca generar conversación con la obra de John Pielmeier, la cual presenta en La Capilla hasta el 24 de agosto.

Foto: Especial
José Juan de Ávila
Ciudad de México /

Óscar Casanova decidió llevar a escena la obra clásica de John Pielmeier, Agnes de dios (sobre una monja acusada de haber matado a su recién nacido en un convento) consciente de que a las víctimas de abuso se les suele volver a victimizar, como a su juicio ocurre con frecuencia en México.

“Lo que nos permite entender esta obra es la empatía ante el sufrimiento humano”, sostiene el director.

El drama narra la historia de la doctora Martha Livingston, una psiquiatra que debe investigar el caso de la hermana Agnes, joven monja cuyo hijo ha sido estrangulado. Agnes asegura que su concepción fue inmaculada y no recuerda haber dado a luz, silenciada también por la madre superiora del convento.

“Agnes es una víctima, totalmente. Desde un principio sufre un abuso que en México pasa muchísimo, que es la violencia intrafamiliar: su mamá la golpea, la quema con cigarros, abusa de ella, la maltrata mentalmente, padece abusos físicos y psicológicos perpetrados por la madre. De ahí se va al convento, donde quieren hacerla olvidar lo que le pasó, entonces se vuelve otra vez víctima”, expone Casanova.

Livingston deberá entonces distinguir las mentiras de la percepción alterada por la fe de la monja.

Tristemente en México a las víctimas de abusos se les vuelve a victimizar como Agnes. La doctora defiende ante ello a la monja, porque para ella Agnes sufrió una violación, tuvo depresión postparto, mata al bebé o éste muere, no se sabe, y entonces Livingston primero pregunta quién es el padre.
“Sí, pobre chavita, pero antes de llegar al convento hubo un crimen. Conozco muchas historias de amigas que han sido víctimas y hasta en el Ministerio Público las tratan mal, las someten a investigaciones grotescas, inhumanas, en lugar de tratarlas con respeto y dignidad porque acaban de sufrir un trauma”, agrega el director de escena, quien también hizo la traducción del texto de Pielmeier, de 1979.

La obra de teatro | Especial

Sin influencias

Irónicamente, la pieza sobre la religiosa se presenta en La Capilla (Madrid 13, Coyoacán), en funciones cada jueves a las 20:00 horas, del 6 de julio al 24 de agosto. Y coincide con la muerte de la cantante Sinéad O’Connor en Londres y con el estreno del documental La dama del silencio, sobre la asesina serial Juana Barraza, quienes igual que Agnes sufrieron abusos de sus madres en la infancia.

La pieza de 90 minutos fue llevada al cine en Hollywood en 1985 por Norman Jewison, con guion del dramaturgo y Jane Fonda, Anne Bancroft y Meg Tilly en los protagónicos. En teatro se estrenó en Broadway en 1982 y en México hubo un montaje en 1984 bajo el nombre de Ausencia de dios, dirigido por Enrique Gómez Badillo, con Magda López, María Teresa Rivas y Blanca Guerra en los roles.

Las actrices que dan vida a los personajes en el montaje actual son Alejandra de la Rosa y Xóchitl de la Concha (se alternan como la doctora Livingston), Carmen Vera (madre superiora), Paulina Bringas (Agnes).

Casanova cuenta que él no vio la película y prohibió a sus actrices hacerlo para no dejarse influir por esta. “No quería que nos basáramos en una obra previa, quería crear solo basado en el texto”, refiere.

El drama de Pielmeier lo atrapó en principio por la curiosidad sobre la discusión entre la madre superiora y la psiquiatra, que le dice todos los problemas que enfrenta la monja Agnes. “Es muy importante el fanatismo religioso que ciega a las personas a ver otra cosa”, explica el director.

Destaca que las obras que escoge deben generar ruido y conversación entre el público, sobre los problemas que aquejan a la sociedad en la que se desenvuelven.

“Agnes de dios es un proyecto que me lleva a jugar con el público, eso me fascina. Hago teatro porque me encanta afectar a la gente, yo les genero una emoción, quiero que disfruten como la disfruté yo. Que salgan del teatro y dialoguen sobre lo que vieron, eso hace que necesiten hacer, ver y consumir más teatro. El diálogo tras la función es muy interesante y genera que la gente quiera ir al teatro”, concluye.

Además

Óscar Casanova estudió dirección en el Neigborhood of the Theatre en Nueva York y en la Universidad de Guadalajara. En 2020 fundó Caos, que produce Agnes de Dios junto con Equis Emergente.

hc

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