“Al pintar desfiguro lo figurativo”:Fanny Karchmer

Invita a entrar en la metamorfosis de los dioses, sentir la pintura y fluir con ella.

Su formación artística entre México y Miami la involucra con un ejercicio pictórico disciplinado en el uso de los materiales y la técnica.
"Metamorfosis" Óleo sobre tela.
México /

PINTAR Y SER

Pintar, es una forma de comunicar, es donde puedo expresar mi sentir, y sobre todo donde no hay prejuicios, ni reglas, ni nada, donde puedo ser libre de expresar lo que soy. Antes de empezar un tema, investigo, veo qué es lo que quiero, de qué quiero hablar, pero sobre todo busco ser libre.


PINTURA ABSTRACTA Y TEMA


Lo figurativo es la anécdota de la que parto, empiezo a investigar sobre el tema y adentrarme a eso, y voy pensando qué es lo que quiero comunicar y transmitir, digo que al pintar desfiguro lo figurativo. Comunicar al espectador y que cuando vea la obra, él también logre sentir algo, llegar a la parte de su alma, a esas cosas que tenemos en el inconsciente y que las deje hablar, llegar a esos centros.


EL COLOR DE LA GUERRA


En la batalla de Napoleón en Rusia, esa lluvia, ese tormento, todo lo que hizo el ambiente, lo que estaba pasando, cómo la artillería pesada se hunde en el lodo y no les permite ganar la guerra. Es pintar el color del clima y también es meterme en el sentimiento del momento, de la impotencia de cómo se caían, quedaba todo devastado, los animales, los caballos, la gente, todo. En ese sentir es donde empiezo a estructurar mi pieza y lo que quiero hacer en color, en textura y en forma. Muchas veces sale exacto lo que pienso y muchas veces van saliendo otras cosas. Eso es para mí pintar un abstracto.


EL ARTE DEL VINO


Es un reto encantador el vino, entonces me puse a investigar y dije “mitología griega, el Dionisio de los griegos; Baco de los romanos”, que es el mismo dios. Me vuelve loca la parte de este dios en esa metamorfosis que tiene esas formas tan cerradas de volverse un dios que fluye, que te deja ver esos espejos, te deja verte a ti mismo, darte una mirada hacia ti mismo más fluida, nos da esas formas para bajarse del Olimpo al inframundo, esas transformaciones en diferentes animales. Nos transportaban en todas las anécdotas que ellos viven con la gente, porque son dioses que cometen errores. Son muy seductores, al ver esa metamorfosis me involucro en eso, y es lo que quise plasmar en mi obra, esa metamorfosis, me dejé llevar y la hice mía, dejé de usar mi pincelada tan recta y decidí fluir más, como es el vino y cómo fluía él en esa metamorfosis, cómo llegar a ser uno mismo. Tenemos claroscuros, y percibir que sin oscuro no existe claro y sin claro no existe oscuro. Ver lo que hace la pintura, y lo que a mí más me ayuda es que vivo el momento, el hoy, el ahora cuando pinto, es ver cómo esa Ave Fénix que fluye, cómo vas llegando a esos lugares, me encanta sentir ese inframundo. Pensé en cómo antes hacían el vino, cómo lo pisaban y al pisar la uva, la espuma que salía, el color como rosado, rojizo, y dije “ todo eso lo tengo que proyectar, meter adentro de esta pintura”.

  • Avelina Lésper

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