Albert Camus me cambió para siempre: Rubén Blades

El cantante y autor panameño explica a MILENIO que la salsa “sirve para ilustrar y documentar la experiencia del latino en las ciudades del mundo”.

“Creo que la verdad puede ser procurada sin tener que acomodarla a ortodoxias desprestigiadas por la realidad”, dice a MILENIO.
Editorial Milenio
México /

En alguna ocasión Gabriel García Márquez aseguró que a través de la música popular era posible producir canciones con mucha literatura. Un ejemplo de ello es que Gabo admiraba la letra de “Pedro Navajas”, canción de Rubén Blades. Éste creó la canción “Ojos de perro azul”, inspirada en un cuento del Nobel. Además escribió “GDBD, gente despertando bajo dictaduras”, cuento que, como canción, formó parte del álbum Buscando América.

Otro literato que marcó a Blades fue el autor de El extranjero, Nobel de Literatura en 1957. El compositor dice: “A los 18 años leí a Albert Camus; su implacable honestidad y valor intelectual me cambiaron para siempre”.

Esta semana el panameño inició su gira por México acompañado por la Roberto Delgado Salsa Big Band. En CdMx se presentará los días 16 y 17 de mayo en el Teatro Metropólitan a las 20 horas.

Sin pandilla ideológica

En 1973, la dictadura militar del Cara de Piña obligó a Rubén Blades (Panamá,1948) a interrumpir sus estudios de leyes. “Hubiese sido un abogado de no ser porque mi familia se vio forzada a salir del país por presiones del entonces coronel Manuel Antonio Noriega”, expresa el cantautor en entrevista exclusiva con MILENIO.

A sus 25 años partió de Panamá hacia Estados Unidos: “Llegué a Florida y de allí fui a Nueva York, donde encontré trabajo en el departamento de correos de Fania Records, el más grande sello disquero de salsa de la época”.

Ya en la Urbe de Hierro conoció al conguero Ray Barretto, quien lo invitó a participar en su orquesta. Evoca: “Me escogió junto a Tito Gómez, ex cantante de la Sonora Ponceña, y así empecé como vocalista de salsa a tiempo completo, en 1974 o 1975”.

Como compositor Blades se inclinó por narrar el trajín de los migrantes en Estados Unidos y a exaltar la cultura de los latinoamericanos. Sus letras, distinguidas por su narrativa y sentido social, destacaron con los arreglos de Willie Colón, con quien grabó cinco discos entre 1977 y 1982, de los que surgieron canciones clásicas como “Pedro Navajas”, “Plástico” y “Te están buscando”.

Blades, quien ayer estrenó su álbum Medoro Madera, dice: “La salsa es una creación de Nueva York que tiene un antecedente rítmico y estructural cubano. Hoy no solo se presenta como una manera de diversión y escape, sino también sirve para ilustrar y documentar la experiencia del latino en las ciudades del mundo”.

A Blades le ha gustado experimentar con otros tipos de música; así, por ejemplo, en los últimos años interpretó ritmos de Uruguay y Argentina y lanzó el álbum Tangos, en el que dio un giro a varios de sus temas. También interpretó varios de ellos con Wynton Marsalis en varios conciertos con la Jazz at Lincoln Center Orchestra.

Sobre esas experiencias explica: “Las letras que escribo tienen una mayor oportunidad de ser escuchadas y de provocar pensamientos cuando se interpretan bajo géneros más reflexivos. Escuchen ‘Juana Mayo’, que grabé con Son del Solar, y compárenla con la versión en tango”. Asimismo, asegura que un músico no debe encasillarse en un género si tiene la capacidad para contribuir en otros.

Otra faceta del cantante panameño es su participación en política. En 1993, creó Papá Egoró, partido por el que fue candidato a la presidencia de Panamá. También en redes sociales difunde sus opiniones acerca del acontecer político del mundo, lo que incluso ha desatado polémicas con otros músicos, como Silvio Rodríguez.

Sobre cómo se define políticamente, expresa: “Soy un ciudadano al que le repugnan la corrupción, la mediocridad y la falta de altruismo de muchos políticos”. Añade que no pertenece a “pandillas ideológicas” ni se somete a imposiciones dogmaticas o doctrinarias: “Creo que la verdad puede ser procurada sin tener que acomodarla a ortodoxias desprestigiadas por la realidad”.

Sobre nuestro país expresa: “La importancia de México rebasa fronteras, no solo por su papel pionero en cuanto a logros sociales, sino también en el mundo de la música, la literatura y del cine. Estas características han influido necesariamente”.

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