“Alfonso Reyes y Monterrey tienen el más alto significado en sus mutuas historias. Hubo entre ellos un cariño que rebasó fronteras, cruzó océanos y tuvo eco de norte a sur del continente americano”, escribe el investigador Alberto Enríquez Perea (Puebla, 1954) en el libro que sigue los pasos del intelectual mexicano.
Monterrey: Ciudad de sol. Alfonso Reyes y la inteligencia neoleonesa (1900-1938). Tomo I es un libro de más de 600 páginas que incluye ilustraciones y fue recientemente publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
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El entrevistado ha dedicado más de 25 años de su vida al estudio de la obra de Reyes (Monterrey, 1889-1959) y publicado 34 libros sobre distintos aspectos de la vida del abogado, escritor, diplomático, traductor, filósofo y ensayista.
“El objetivo del libro es hasta dónde don Alfonso quería a su ciudad y a su estado natales. En su archivo, que se encuentra en la Capilla Alfonsina, se puede ver la correspondencia vastísima, con actores fundamentales y se da cuenta de esa interacción que hay entre él y sus paisanos, todos ellos pensando en que el estado de Nuevo León, y en especial Monterrey, fueran un ejemplo desde el punto de vista económico y cultural en la República Mexicana”, dijo el investigador, quien recientemente ganó el Premio Internacional Alfonso Reyes 2024 por este libro.
El archivo del intelectual se encuentra muy bien ordenado, cuidado, y es un ejemplo de cómo se deben proteger; actualmente se encuentra en la Capilla Alfonsina de Ciudad de México, que dirige el escritor Javier Garciadiego, y le abrieron las puertas a Enríquez. Hay una más en la ciudad de Monterrey, donde se encuentra otra parte de su legado.
“Además de la documentación y de la correspondencia, don Alfonso era de estos hombres muy cuidadosos en su vida y en su obra, entonces, usted puede encontrar tarjetas postales, en el libro hay ejemplo de ello, sus recortes. En la Capilla Alfonsina de Monterrey, donde está su biblioteca, se encuentran sus libros y las dedicatorias de todos sus amigos y eso me ayudó muchísimo, más otros archivos y otras cosas que detallo en la bibliografía”, agregó.
El mundo del intelectual
El tomo I de la obra es un recorrido por el amor que tenía el escritor por su ciudad, además, el lector encontrará una historia intelectual, cultural y diplomática de Reyes construida a través de las propias fuentes: sus epistolarios, diarios, cuadernos, colecciones de tarjetas, álbumes de recortes y muchos materiales.
“Cuando Reyes volvió de España, uno de los primeros lugares que visita y visitará cuando esté en la carrera diplomática es Monterrey. Pero también, del lado de los regios, hay un amor y un cariño hacia él como usted no se imagina. Entonces, esa relación quizás hacía falta detallar, digo, están los poemas, la prosa de Alfonso Reyes sobre Monterrey y Nuevo León, pero había que decir que también sus amigos, la ciudadanía, los grupos políticos e intelectuales de su estado natal también lo seguían y veían cómo cada día Reyes estaba en la cumbre”, aseguró.
Los amigos del intelectual en España eran Ortega y Gasset, Valle-Inclán, Unamuno y Azorín, entre muchos otros y publicó en revistas españolas y francesas.
“Todo eso hace que el mundo mexicano, y en especial Monterrey, vean cómo Reyes está en un lugar verdaderamente privilegiado. Luego viene la etapa diplomática y creo que en el servicio exterior dio muy buenos frutos”, comenta Enríquez.
El investigador le siguió la pista a Reyes de 1900 a 1938, “desde su infancia, pasando por la juventud, los momentos complicados en la vida, sus amores en Monterrey, la parte sentimental que se puede constatar en los poemas y las correspondencias que hay con sus amigos de esa época. Sin duda Alfonso Reyes fue un regiomontano súper universal”.
Influencia en dos siglos
Para el entrevistado, Reyes ocupa un sitio privilegiado en la historia de nuestro país.
“Yo no creo, como a veces se dice, que don Alfonso ocupa una mitad del siglo XX y la otra mitad, Octavio Paz, Carlos Fuentes y otros compañeros. Yo creo que Alfonso Reyes ocupa indudablemente todo el siglo XX y el siglo XXI por su influencia, por su dedicación. Nada más por todos los estudios que hoy se están haciendo (no soy el único, hay otros) la gente se dará cuenta que su pensamiento es extraordinario, no solamente en el aspecto literario o diplomático, también sobre la comida, la historia, la filosofía, el periodismo. Fue un hombre de instituciones, él creó El Colegio de México”.
Comenta que ya trabaja en el el tomo II, en el que continuará con la historia del intelectual mexicano.
El investigador asegura que Reyes tiene el lugar que se merece pero “como decimos los mexicanos necesitamos más. Hay que darle un mayor impulso. Reyes es un mexicano que tiene un gran espacio en la cultura mexicana. En los 26 volúmenes que componen su obra completa, se pueden ver todas esas ventanas de conocimiento; en los epistolarios, el interés con todos aquellos hombres que era posible tener relación y todos pensando en la educación y la cultura. El mundo de Alfonso Reyes es un mundo verdaderamente maravilloso por lo universal.
“Espero que las nuevas generaciones se acerquen a Alfonso Reyes. De hecho creo que lo están haciendo, hay interés en los valores universales y en cada página de su obra pueden encontrar múltiples temas: política, literatura, teoría, reflexiones sobre distintos pasajes históricos, en fin. Creo que es un personaje extraordinario y un hombre que nos ha dejado un gran legado que no debemos desaprovechar”.
PCL