Allyson Vargas Téllez sonríe tímidamente cuando se le pregunta por las matemáticas, y dice orgullosamente "soy la mejor", y sabe que lo es, ya que el 22 de julio pasado ganó la copa Grand Champion -es decir resolvió 70 operaciones en menos de 5 minutos sin error- en Moscú, Rusia.
A sus siete años dice que le gustan las matemáticas porque son "divertidas" y la llevaron a conocer un lugar lejano, "y ahí conoció la Plaza Roja y el Museo de Cosmonaútrica, y me gustó mucho porque todo es diferente que en México, pero me gusta más mi país", dice la pequeña de siete años.
Su mamá, Nereida Téllez Hernández, asegura que Allyson siempre ha sido aplicada en la escuela, "y siempre le vimos interés en las matemáticas, así que le preguntamos si quería entrar a un curso y dijo que sí, probamos y le gustó", expresa Téllez.
Así que, desde hace un año, la pequeña Allyson dedica 45 minutos de su día a jugar con las matemáticas para continuar mejorando todos los días, sin descuidar lo que a los niños les gusta hacer, jugar.
"Me gusta jugar mucho y también me gustan ver las caricaturas. Siempre veo la televisión después de practicar matemáticas por 45 minutos en casa", dice sonriente.
"Queremos lo mejor para nuestra hija, y lo más importante es que no pierda su interés por ser niña, que disfrute de su gusto por las matemáticas, y sobre todo, apoyarla en lo que ella decida hacer", expresa Téllez.
Quien no se queda atrás por el orgullo de tener a una nieta que ha ganado un premio de matemáticas tan importante, es su abuelo, Juan Téllez Martínez.
"Allyson es muy inteligente y me siento orgulloso de ella, así como de mis otros dos nietos. Lo importante es el apoyo que se les da dentro de las familias y ellos tienen todo, sobre todo mucho amor y es la clave para que los nietos alcancen sus metas y sé que lo lograrán", aseguró su abuelo, quien feliz abraza a Allyson después de haber participado en el segundo campeonato regional de matemáticas en su escuela.
Pero para Allyson el alcance que le han dado los números no llegará sólo a Moscú, "porque la intención es que siga participando a nivel regional, nacional y por supuesto, internacional. Nosotros la apoyaremos hasta donde ella quiera, porque seguiremos respetando su decisión", expresa su mamá.
Y mientras la pequeña Allyson ha convertido a un ábaco como su mejor aliado para hacer cuentas, "sobre todo multiplicaciones que me gustan mucho hacer", se dedicará a jugar y disfrutar de su niñez, "porque tengo sólo dos amigos a quienes quiero mucho y les digo que estudien matemáticas porque son muy bonitas", asegura, mientras corre para abrazar a sus papás, quienes han ido por ella para pasar un fin de semana aquí, en Pachuca.