Maestra, escritora y política, Amalia González Caballero dejó su nombre impreso en la historia de México y de Tamaulipas, al convertirse en la primera mujer embajadora de México. La Secretaría de Cultura la define como una sufragista, lideresa feminista y diplomática. Te contamos su historia.
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¿Quién es Amalia González Caballero?
Nacida en 1898 en la ciudad de Jiménez, Tamaulipas luchó constantemente por los derechos de las mujeres, lo que la aventuró en la política y hasta el extranjero.
Pese a la inestabilidad política y social, logró formarse como educadora en la Escuela Normal y, años más tarde, logró obtener el título de licenciada en letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debido a su interés en la literatura y la escritura.
Estos conocimientos la llevaron a desarrollarse como escritora y a publicar algunos ensayos y obras teatrales como “Cubos de novia” y “Cuando las hojas caen” (1929), en el que aborda el divorcio, un tema tabú para su época.
Este amor por el arte contribuyó en años siguientes a su aporte de centros culturales en colonias y hasta cárceles.
Amalia Caballero y su paso por la política
González Caballero contrajo matrimonio con Luis Castillo Ledón, diputado y ex gobernador de Nayarit, por lo que se convirtió en primera dama del estado, teniendo su primer contacto con el mundo de la política. Fue comisionada en el gobierno del presidente de México, Emilio Portes Gil y ahí desempeñó actividades al servicio de la comunidad, muchas de ellas enfocadas a la educación.
Su interés por las solicitudes ciudadanas la llevaron a conocer de primera mano la situación de las mujeres en la sociedad y la falta de respuesta por parte de la autoridad. Tiempo después hizo escuchar estas demandas ante organismos y fundó la Escuela Héroes de Celaya para los hijos de las reclusas y organizó las guarderías para los hijos de los locatarios de mercados entre otras.
En 1948 fue nombrada vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres y fundó junto a otras mujeres el Ateneo Mexicano de Mujeres y el Club Internacional de Mujeres.
En 1952, bajo el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, quien era recién nombrado Presidente de México, Amalia se encargó de recaudar firmas para apoyar las propuestas de modificaciones en la Constitución Política para el reconocimiento de los derechos políticos y civiles de las mujeres. Por lo que se vio directamente involucrada en la promoción legislativa que dio con la aprobación del derecho al voto de la mujer a nivel federal.
Desde ese momento, el derecho al voto y la igualdad de género fueron sus principales objetivos, mismos que la llevaron al extranjero. Su interés por las relaciones diplomáticas de México en el mundo lograron que fuera nombrada embajadora extraordinaria y ministra plenipotenciaria, cumpliendo con estos cargos en las delegaciones de México en Suecia, Finlandia, Suiza y Austria entre 1953 y 1970.
Amalia murió en 1986 siendo condecorada en México y el mundo por su labor.
SJHN