Andrés Alarcón: “Cada lienzo es una nueva aventura y nunca tiene fin”

Colección Milenio Arte

La nostalgia y alcanzar el misterio de la psique son las obsesiones en su obra.

Asistió a cursos libres en la Universidad Nacional en Bogotá, decepcionado porque no había énfasis en la pintura decidió buscar sus propios maestros.
"Apariencia continua" Óleo sobre lienzo, 2019. Andrés Alarcón
Ciudad de México /

Más allá de la técnica

Siempre me interesó la pintura clásica y la técnica antigua, por ejemplo Rembrandt, cómo lograba esas veladuras y esos empastes. Lo que sentía era que ellos ponían algo en la tela que va más allá de la realidad misma, que hay algo detrás de cada personaje. Detrás de un Caravaggio hay un personaje maravilloso que él seguramente encontró en alguna taberna, o Hopper que veía estas escenas en Estados Unidos. Me apasionó mucho dejar más que la técnica, porque mi obsesión es la psicología del personaje, saber qué es lo que está detrás de esa persona.

Memoria

Hay una nostalgia a partir de la muerte de mi abuelo, nace una nostalgia en la pintura, de eso que ya pasó en el tiempo, y en cómo plasmarlo en el lienzo, es la nostalgia de cada personaje, hay una mirada muy intimista, que es lo que me interesa.

La luz

Hay artistas que han trabajado la luz maravillosamente y que han influenciado mucho en mi trabajo por ejemplo, Sorolla, esa luz de España, o de pronto más intimista Vermeer. Me interesa pintar la luz y esas sombras que se proyectan en espacios privados, y que la persona que se enfrente a una pintura mía se sienta invadiendo un espacio íntimo, que sienta en silencio ante algo sublime que está pasando. La luz me ayuda a generar esa sensación en el espectador.

Terminar un cuadro

Siempre después de que veo a la pintura hay algo qué hacer y es una imagen que no se agota. Hay un punto donde tengo que parar, pero vuelvo a arrancar con esa idea de qué hubiera hecho y cada lienzo es una nueva aventura, nunca tiene fin. Las decisiones que uno pone en el lienzo, a veces son acertadas y a veces no lo son, a veces haces una obra pensando que diste mucho y que hay mucho detrás y no tanto, entonces empiezas un nuevo lienzo y siempre le apuestas a lo mejor.

Tiempo y modelo

Algo muy bonito al pintar con la modelo en vivo y que no logra la fotografía, es esa energía cuando la modelo o el modelo llega al estudio, tal vez ella tuvo un día largo y llegó con una energía, o uno como artista tiene una energía distinta y eso se ve reflejado en cada pincelada, en cada momento en ese presente, entonces la modelo se está trasformando todo el tiempo, y uno como pintor también se está transformando. En esta pintura quise plasmar eso para hablar del tiempo, es la modelo en el presente, en el pasado y en el futuro. Intenté jugar con los planos porque el futuro y el pasado están conectados con el presente. Lo único que tenemos es este instante, lo que acabamos de hablar, ya pasó, pero está ahí y el futuro es esa incertidumbre; el pasado, en este lado de la derecha y el futuro el lado de la izquierda, es algo borroso, incierto, donde está la muerte, y el pasado, se oxida, se va perdiendo, deteriorando. 

  • Avelina Lésper

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