"Permitámonos conocer la ternura que solo nosotros podemos soportar", reza una línea del poema de Essex Hemphill que acompaña los dibujos homoeróticos de Andy Warhol publicados por Taschen. Andy Warhol. Love, Sex & Desire. Drawings (1950-1962) se titula este volumen que recopila trabajos que este 2021 pueden resultar exquisitamente atrevidos, pero hace 70 años prendían los ánimos homófobos en un contexto plástico dominado por el abstraccionismo.
En su intento por exponerlos, Warhol se topó con la adversidad de pintores como Robert Rauschenberg y Jasper Johns –también homosexuales– que consideraban que en estos dibujos, el joven Warhol presumía demasiado su afeminamiento.
Al respecto, Andy Warhol dijo en una entrevista con Emile de Antonio: "Es totalmente cierto. Así que decidí que no me iba a preocupar porque esas eran las cosas que no quería cambiar de ningún modo. Otras personas podrían cambiar de actitud, pero no yo".
Irrespetuosos, obscenos, valientes... Aunque en 1952 sus "Quince dibujos basados en los escritos de Truman Capote" ya se habían mostrado en la Hugo Gallery, propiedad de Elizabeth Arden, los dibujos homoeróticos de Andy no eran bien vistos. La Galería Tanner de Manhattan, por ejemplo, los rechazó en tres ocasiones.
Fue hasta el 14 de febrero de 1956 cuando la galería Bodley exhibió durante dos semanas una selección de estos dibujos que muestran muchachos desnudos besándose. Una discreta felación, entre lo más atrevido. Siluetas de cuerpos enroscados decorados con corazones y flores.
El pie desnudo de un joven toca una lata de sopa Campbell, objeto que años más tarde Andy trabajará en óleos y serigrafías con gran éxito comercial. En suma, "muchachos oliendo el fuerte humor del otro" como se lee en un poema de Harold Norse que también acompaña los dibujos contenidos en el libro lanzado por la editorial Taschen hace un par de meses.
Boy book
En este clima social tan hostil para un homosexual ¿quién era el modelo? Robert Fleisher, entonces empleado de los almacenes Bergdorf Goodman: "Andy solía venir a mi departamento en la calle 76 (en Manhattan). Siempre quería dibujarme. Yo estaba en la sección de compras de Bergdorf, y también modelaba para aumentar mis ingresos. Andy me hacía bocetos y más bocetos. Decía que iba a hacer lo que llamaba su Boy Book. Quería que todos posáramos desnudos. A Andy le gustaba dibujar escenas sexuales muy íntimas".
Por su parte, un asistente de Warhol ha comentado: "Andy tenía esa gran pasión por dibujar vergas. Tenía libretas llenas de dibujos de la parte baja del cuerpo masculino. Les añadía listones o corazones diminutos. Lo primero que le decía a un recién conocido era: '¿Me dejas dibujar tu verga?'. El pantalón caía, y Andy daba las gracias".
Estos rápidos dibujos eran producto del voyerismo compulsivo de Andy. Hoy los apreciamos relajados y cálidos. En ellos, la línea desenfadada recuerda los dibujos de Henry Matisse. Ostentan una intención erótica "a la Cocteau" y capturan el espíritu desafiante de su admirado Ben Shahn, el pintor del realismo social norteamericano que en 23 guaches documentó la desventura de Sacco y Vanzetti.
Declaración de guerra
Sí, Andy llegó a Nueva York a los 21 años (1949), y pintó con éxito zapatos para Glamour ("nadie pinta zapatos como Andy", sentenció alguien de la revista), pero Warhol era un rebelde que con unos dibujos llenos de explícitos mensajes homosexuales le declaró la guerra a la abstracción imperante.
Warhol era un rebelde desde sus años de formación en el Carnegie Institute of Technology, de su natal Pittsburgh, donde encontró un círculo vanguardista comandado por Balcomb Greene que no era homosexual, pero apoyaba las posturas queer de los alumnos que prometían un futuro artístico interesante.
Pero Pittsburgh, donde pululaban los "moral squads" conformados por pandilleros que golpeaban homosexuales con la venia del alcalde, dejó de ser para Andy "su ciudad". Nueva York, en cambio, le ofreció su consolidación profesional. Ahí inventó un estilo de vida que hoy es leyenda.
Warhol nunca dejó de ser un artista (en el mejor sentido del término) comercial, Creó una fábrica de arte, una revista (Interview), hizo anuncios para Halston y otras firmas de la industria del lujo. Siempre, y hasta su muerte ocurrida en1987, Andy dibujó, pintó y filmó escenas homoeróticas.
Los años 50 neoyorquinos fueron para Warhol intensos y definitivos y, claro, le trajeron algunas frustraciones como no ver publicado su Boy Book.
Y para que cada vez sean menos los artistas de calidad que ven rechazados sus proyectos por causas relacionadas con su preferencia sexual, Andy dejó instrucciones para crear un fideicomiso que a la fecha ha otorgado 200 millones de dólares en becas gestionadas por The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, organismo que también se ha encargado de seleccionar 300 entre más de un millar de dibujos eróticos que este hombre que tuvo muchos más que "quince minutos de fama", realizó entre 1950 y 1962.
Balazos
Robert Rauschenberg y Jasper Johns consideraban que en estos dibujos el joven Warhol presumía demasiado su afeminamiento.
Con una obra llena de explícitos mensajes homosexuales, Warhol le declaró la guerra al expresionismo abstracto imperante.
bgpa