Al iniciar el mes de enero del año 2022, Antonio Méndez Vigatá, de profesión arquitecto, asumió la dirección del Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), institución donde existen metas cumplidas al igual que algunos desaciertos en la administración que termina.
En entrevista para MILENIO realizada casi al finalizar el mes de septiembre, con la certeza de que la administración de Román Alberto Cepeda, tendrá continuidad, el director del IMCE apuntó, ha sido un reto diseñar y administrar los planes y programas para el área cultural, pero se realiza con el propósito de acercar la propuesta a las comunidades que históricamente no han tenido acceso.
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“Para ser honesto, hay momentos en lo que digo ya basta, pero creo que ha sido una experiencia muy interesante; a mí me ha gustado y siempre he estado metido en cuestiones culturales”.
“El aspecto social, el aspecto de acercarte a comunidades que no tienen acceso a la cultura para mí es fundamental, realmente ha sido muy satisfactorio el poder haber ido a Jimulco, el poder haber atendido a la comunidad rarámuri en un momento dado y el poder ir a colonias que tienen una cierta vulnerabilidad; el proseguir con el proyecto de la Santiago Ramírez, todo eso, creo que para mí es de lo más satisfactorio de lo que hemos logrado en estos años”.
Entre los errores que vivió el IMCE durante la administración que concluye, fue en la segunda quincena de marzo de 2023 cuando se detectó una mala proyección contable del año anterior inmediato por un monto de 2.4 millones de pesos, lo que impidió el pago de impuestos y prestaciones de los trabajadores.
Esta situación impulsó la salida de Rafael Santín del Río del equipo de trabajo de Méndez Vigatá, no obstante el Instituto recibió apoyo del ayuntamiento a través de la Comisión de Hacienda para resarcir el pago de pasivos. Sobre si existe algún interés de continuar con una carrera política, Antonio Méndez Vigatá descartó que tenga deseos de asumir un cargo público a través de una regiduría, diputación o incluso senaduría.
Pero en cambio su atención está puesta en la cultura, rubro al que se ha sumado a través de la iniciativa privada y de los propios proyectos que desarrolla como arquitecto.
“Estoy en un lugar en el que he tenido muchas satisfacciones, claro también tiene sus elementos de frustraciones como cualquier proyecto, también en la iniciativa privada te pasa eso y como arquitecto todavía más porque haces proyectos que nunca se ejecutan, por ejemplo tenía un proyecto, tal vez de los mejores que he hecho en mi vida, era un centro social y comunitario que se iba a hacer en Saltillo y tenía una escultura de Helen Escobedo, se había logrado que ella cediera para hacerla y nunca se cumplió aunque estaba todo listo”.
En ese sentido, dijo que de mantenerse en la administración municipal continuaría con el Circuito Cultural, que trata de atender a sectores en vulnerabilidad.
Aunque para el oriente de la ciudad como propuesta cultural fija solo existe el Planetarium Torreón, espacio independiente, Méndez Vigatá refirió que se sostiene el proyecto musical de la colonia Santiago Ramírez.
“Tenemos biblioteca en el Bosque Urbano. Sí estamos tratando de llegar, pero el problema muchas veces es una cuestión de infraestructura, o sea, el construir un recinto es algo que lleva tiempo, entonces a lo mejor para cuando termines ya se acabó la administración, por eso fue que se nos ocurrió la biblioteca itinerante”.
Cabe mencionar que este proyecto se concretó el pasado 22 de octubre y fue bautizado con el nombre de Gilberto Prado Galán.
“Hicimos un estudio con veinte puntos que localizamos dentro de la ciudad que no estaban cerca de un centro social o un centro comunitario, y lo que sí hemos hecho son presentaciones de la Banda Municipal en la Línea Verde. Sí hemos llegado a techumbres de las placitas que están ubicadas en esas colonias”, dijo el director, quien acotó que incluso la Camerata de Coahuila visitó el ejido Jimulco, donde se ofreció un concierto.
De los proyectos que tendrán continuidad en la siguiente administración se ubica la remodelación del edificio que albergó a la preparatoria Venustiano Carranza, que se erigirá como el Centro Cultural del Norte, ambicioso complejo cultural dependiente del INBAL que se ideó como escuela de oficios, en tanto que se espera sea retomado el proyecto de edificación de un centro cultural dedicado a la comunidad china en Torreón.
En suma, Méndez Vigatá refirió que se trata de atender con los recursos existentes a la población más alejada del centro de la ciudad, toda vez que es donde se concentran mayoritariamente los activos culturales, aunque reconoció que sí sería deseable que hubiera algún recinto cultural para hablar de formación, más allá de las clases de música que se imparten en la Santiago Ramírez.
Mientras se reconfigura la administración a cargo de Cepeda González, en el escenario local se mantienen proyectos culturales independientes atendiendo a la población vulnerable en los núcleos más alejados de la zona centro.
Ejemplo de ello, el trabajo que realiza la asociación Desarrollo Integral del Menor (DIME), en tanto que otras iniciativas como la de Esperanza Azteca podrían resurgir.
“Mi posición es que entre más proyectos haya, mejor. Lo que necesita la ciudad tiene que ser entre varios actores para poder lograr eso. El área cultural que tú quieras, de publicación de libros, de danza, teatro, Torreón se caracteriza por tener mucho de eso”, concluyó el director, quien reconoció que la mayoría de las bibliotecas, por ejemplo, se mantienen en la zona centro de la ciudad.
aarp