Han pasado 9 años y cinco meses desde que el Museo de Historia de Lampazos permanece cerrado, pero esta semana iniciaron los trabajos de rehabilitación, buscando que pronto reinicie operaciones.
El museo se ubica en la antigua misión franciscana de 1608, y cerró sus puertas en 2009 para una restauración a fondo. Sin embargo, desvíos en los recursos estatales e incumplimiento por parte de la empresa responsable lo mantienen bajo llave desde entonces.
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En esta semana la administración de Lampazos retomó los trabajos para su restauración e inicio de operaciones.
José Luis Santos, alcalde municipal, indica que esperan reabrir el museo en Semana Santa del 2020.
“Vamos a restaurar todas las diferentes exposiciones, sobre la minería, las cartas de Maximiliano (de Habsburgo), armas. Estamos buscando restaurar y ampliar la información de salas”, explicó José Luis Santos en entrevista telefónica.
El Museo de Historia de Lampazos y las Armas Nacionales alberga en su colección más de 200 piezas, especializándose en la historia militar y de la historia de la zona norte del estado.
Su exhibición contaba con objetos personales de los generales Francisco Naranjo, Santiago Vidaurri, Juan Zuazua, Maximiliano de Habsburgo y Juan Ignacio Ramón, todos ellos personajes trascendentales en la historia de México.
Cuenta además con un mural del maestro Gerardo Cantú, el cual será respetado en la nueva museografía.
Para los trabajos actuales se invertirán 8 millones de pesos por parte del municipio. Se contará con la asesoría de historiadores y cronistas de la región, como es el caso de la historiadora de Anáhuac, Hortencia Camacho.
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“Están museógrafos y antropólogos estudiando el edificio, junto a historiadores del municipio y la zona, pues queremos aprovechar toda la información acerca del municipio”, agregó el alcalde.
A la par de la mejora en museografía, los trabajos se enfocarán al sistema eléctrico y climatización del espacio, junto a labores de carpintería.
El museo ha vivido cerca de una década esperando su restauración, que en un inicio demandó una inversión de 11 millones de pesos pero nunca culminó.