La obra de Ernesto Ríos (Cuernavaca, 1975), doctor en Filosofía con especialidad en Artes Visuales, no es de carácter religioso. La relación que posiblemente existe entre los frescos del ex convento de Tepoztlán y su trabajo está en algunas de las formas y la geometría que decoran el recinto: las grisallas sugieren, por su claroscuro muy matizado, una sensación de relieve escultórico relacionado con detalles que semejan la doble hélice del ADN o bien, una corona de espinas que se va desenrollando sin fin.
La exposición Geometría Conventual mantiene un diálogo entre la relación de la fotografía, el dibujo y la pintura. Entre la luz y la sombra en este espacio monástico de Morelos, así, varias de sus esculturas de cerillos reciclados, al colocarlas frente a las geometrías o detalles arquitectónicos del ex convento, cobran un nuevo sentido. Algunas de ellas o maquetas arquitectónicas están fotografiadas de forma suspendida frente a los muros que muestran las capas del paso del tiempo acumuladas durante siglos.
- Te recomendamos ¿Te recuperaste de covid? UNAM dará talleres pulmonares para pacientes convalecientes Ciencia y Salud
Es por medio de la fotografía que el ganador del premio internacional de Artes Visuales Siemens-RMIT de Australia ha intentado capturar simultáneamente el misterio que contiene el espacio arquitectónico en conjunto con la pintura mural del convento, creando un diálogo escultórico.
Recientemente, el Canal 22 Internacional realizó un programa especial en torno al trabajo de Ríos. Fue posible por la participación y dirección del Consulado de México de Los Ángeles, la cónsul general de México Marcela Celorio, la cónsul Cynthia Prida y el crítico de arte Santiago Espinosa de los Monteros. Hablaron vía internet de varios de sus trabajos y en especial de su reciente creación titulada Skull SARS Cov-2 y fue todo un éxito con más de 3 mil 500 personas durante la transmisión.
"Me percaté del potencial extraordinario que tienen las plataformas digitales en la promoción artística. Esta cantidad de personas no podrían entrar en una galería al mismo tiempo. Por esta capacidad de conexión que borra fronteras, debemos de aprovechar más estas tecnologías", afirmó el artista.
¿Quién es Ernesto Ríos?
Ríos es un artista transdisciplinario, doctor en Filosofía por la Universidad Royal de Melbourne, Australia, cuenta con una maestría en Telecomunicaciones Interactivas por la New York University, es Profesor e investigador de tiempo completo en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Morelos y primer latinoamericano en ganar el Premio en Artes Visuales Siemens-RMIT, además de varias becas para estudios de posgrado.
Ha expuesto individualmente en 28 ocasiones en museos y galerías de México, Australia, Cuba, Inglaterra y Estados Unidos. Ha participado en más de 70 exposiciones colectivas en México, España, Brasil, Inglaterra y Francia. La temática de su obra deriva de sus investigaciones y reflexiones sobre temas ancestrales de vigencia permanente, como los laberintos y sus interrelaciones con la geometría, las matemáticas, la literatura y la filosofía, todo con la perspectiva de las nuevas tecnologías y los nexos entre la ciencia y la cultura. Durante este confinamiento se han utilizado más que nunca las redes sociales y los eventos culturales de forma virtual...
El filósofo francés jesuita Teilhard de Chardin creía que en el futuro habría tantos seres humanos como neuronas hay en el cerebro, así que desarrolló conceptos muy interesantes en relación con la conciencia humanista, como el de "noosfera", que es, en síntesis, lo que podríamos describir como un conjunto de seres inteligentes relacionados en armonía con su medio ambiente. También habló de un concepto llamado Omega para describir el punto más alto de la evolución y de la conciencia humana.
Me encantaría creer que esta interconexión tecnológica es el comienzo de un nuevo despertar de la conciencia planetaria. Quisiera creer que los sueños se pueden hacer realidad y que estamos entrando a una especie de punto crítico de maduración humana. Las tecnologías siempre han estado sometidas a un proceso de evolución, pero van progresando en paralelo con sus creadores y usuarios. Paralelamente, las herramientas y los usuarios van mutando y transformándose como en una especie de simbiosis. Sería bueno que los artistas, los científicos y las personas en general se apropien de estas herramientas para darles un uso cada día más humanista y positivo.
¿Cuáles fueron algunos aspectos positivos que trajo la pandemia en relación con el arte y la cultura?
En el área de las artes, todos los creadores se han visto sustancialmente afectados. Entre otras muchas circunstancias, la pandemia también golpeó como un tsunami a todo el gremio artístico y científico en México. Desde luego que esta crisis no solo se debe a la pandemia y estamos viviendo un periodo extremadamente crítico para las artes en el país.
Los artistas encontramos en el arte un refugio, es parte de nuestra esperanza y modo de vida. A pesar de esta tremenda crisis buscamos incesantemente la manera de seguir adelante por medio de nuestro trabajo. Aún estamos viviendo una época de mucha incertidumbre y complejidad. Urge apoyo económico en estas áreas del arte en México, que, por cierto, no es una dádiva, sino una responsabilidad a la que no puede ni debe renunciar el Estado.
¿Tu postura sobre la frase "el arte cura"?
El arte actúa como una semilla transformadora del alma. Es un acto del pensamiento que surge como una operación intelectual-espiritual. El arte tiene efectos que ayudan a hacer más llevadero el sufrimiento humano, es un gran recurso de resiliencia. Se me ocurre como ejemplo la música. Se ha comprobado que puede ser una especie de bálsamo sonoro que cambia el estado anímico en cuestión de segundos.
Creo que el arte además de ser un acto de fe nos brinda esperanza. Ver buen cine, danza o teatro, escuchar música, leer poesía o rodearse de artes visuales pueden ayudar a sobrellevar y ver de manera más positiva este periodo negro de la historia.
Cuéntanos acerca de una de tus más recientes creaciones titulada Skull SARS-Cov-2.
Skull SARS-Cov-2 no se limita a proponer una experiencia visual, sino que gira en torno a una reflexión contemporánea que nos afecta planetariamente. Es un cráneo que, conceptual y simbólicamente, representa los estragos ocasionados por el coronavirus. Esta obra la realicé a partir de elementos del genoma del coronavirus, el cual tiene aproximadamente unas 30 mil letras y alude a un hecho histórico que ha marcado a nuestra época. El virus tiene la capacidad de replicarse en las células, secuestrando su maquinaria para hacer miles de copias de sí mismo.
Lo que da estructura visual al cráneo representado es la secuencia genómica del coronavirus, compuesta por cuatro nucleótidos: G (Guanina), T (Timina), C (Citosina) y A (Adenina). Con estas letras se ha representado y transcrito pictóricamente la secuencia que ha matado a más de un millón de personas en el mundo. Esta obra busca colocar un espejo en este momento histórico, dominado por la tecnología. Trato de expresar mi visión de la catástrofe, a través de una versión original, derivada de mi trabajo y reflexión personal.
¿Cuáles fueron tus fuentes primordiales para esta pieza?
Principalmente revistas científicas internacionales. Diálogos con la comunidad científica de México y el extranjero. Especialmente con colegas de Australia. Hablé con varios doctores de la UNAM, la UAEM e IPN y de muchas otras instituciones que me ayudaron a entender un poco más acerca de lo que estamos viviendo, desde un punto de vista epidemiológico y viral. También investigué en previas obras de arte en las que se utilizó el cráneo como tema central. Debo decir que fue un gran reto conceptual y artístico el poder reconfigurar uno de los símbolos más utilizados y antiguos de la humanidad.
El genoma del virus me permitió aportar una nueva lectura que no existía. El arte me permite hacer visible lo invisible y en este caso partiendo del símbolo más puro de la humanidad. El cráneo, sin importar nuestra nacionalidad, si somos de México, China o Brasil, nos representa de forma planetaria. Espero que pronto las obras que hemos mencionado, que se ven actualmente de manera digital, puedan ser exhibidas de manera presencial en Morelos y México y que los lectores puedan apreciarlas en vivo.
En voz de artista:
"Desde que era niño tuve la suerte de visitar y fotografiar muchos de los conventos de mi estado. En especial el ex convento de Tepoztlán. Desde entonces su historia y monumentalidad dejaron huella en mí. Me impresionaban los frescos de sus muros ocre y rojizos, sus pasillos oscuros y múltiples arcos. Sus almenas coronando la fortaleza conventual rodeada por verdes montañas que eran enmarcadas en un mirador, donde seguramente los frailes disfrutaban ese entorno de paz", expresó.
"Recientemente la directora del museo me invitó a exponer de manera individual. De pronto se detonó la inesperada pandemia y decidimos hacer una primera versión virtual durante 2020 y la intención es que a principios del 2021, si todo sale bien, se exhiban las obras de manera presencial", finalizó.
CAR