Con quijada de burro, maracas, güiro y claves, así como instrumentos de percusión clásica, alumnos de la Orquesta Escuela Carlos Chávez y el Conservatorio Real de la Haya, Holanda, interpretaron recientemente de manera virtual la obra Rítmica V del innovador compositor cubano Amadeo Roldán (1900-1939). El video puede verse en la plataforma Contigo en la distancia.
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En su ensayo “Disonancia afrocubana: Amadeo Roldán y John Cage”, el investigador puertorriqueño Julio Ramos afirma que en las obras Rítmica V y Rítmica VI “la sobrecarga pone en juego los límites de la música, la porosidad de sus fronteras, así como las cambiantes condiciones históricas o protocolos de un régimen de la escucha”.
Estas composiciones, agrega Ramos, “presionan los límites de lo que se entendía por música ‘culta’ o ‘erudita’ en 1930, durante una época de profundas luchas políticas y raciales. La irrupción allí de la percusión popular suscitaba tensiones sobre el papel de la raza y del racismo en la formación de la cultura nacional cubana. Su intensidad no pasó inadvertida en Cuba, donde la obra de Roldán desencadenó importantes debates sobre los ‘auténticos’ contenidos de la música nacional”.
Roberto Zerquera Castillo, director del ensamble, afirma que Rítmica V es “una pieza que invita a bailar, aunque su sonido de repente se torne algo caótico. Su compositor no oculta sus raíces latinas y, sobre todo, es una de las primeras composiciones sinfónicas que tomaron en cuenta a las percusiones como una especialidad musical solista”.
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Esta obra, agrega, “revela la exploración que muchos compositores como Roldán realizaron en las décadas de los 20 y 30 del siglo pasado, en la que jugaron con la variedad tímbrica de las percusiones, con la fuerza que proyectan los diferentes tipos de tambores y con las percusiones hechas con materiales de metal que derivaron en nuevos repertorios para la especialidad”.
Zerquera Castillo señala que “Roldán fue de los primeros en escribir una pieza solamente para ensamble de percusión; combinó la ejecución de los timbales y el bombo —reconocidos por ser sinfónicos—, técnicas de la música popular o tradicional, como apagar los sonidos con la mano o con la baqueta, o tocar en diferentes lugares del parche para obtener variadas sonoridades”.
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CODA
LA HAYA, BÚSQUEDA DE NUEVOS SONIDOS
El Conservatorio Real de la Haya cuenta con un importante departamento de percusiones que insta a la exploración y experimentación de nuevos sonidos. El departamento es dirigido por el músico mexicano José García Segura, egresado del Conservatorio Nacional.