El icónico grafittti El lanzador de flores ya no le pertenece al artista callejero Banksy, luego que el británico perdiera una batalla legal de dos años con una compañía de tarjetas de felicitación, ya que la oficina europea dictaminó que su anonimato significa que no puede ser identificado como el propietario intelectual.
La división de cancelación de la oficina de la UE que protege la propiedad intelectual dijo en un fallo esta semana que la marca registrada de Banksy para “Flower Thrower” fue presentada de mala fe y la declaró “inválida en su totalidad”.
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El artista del grafiti creó la obra, también conocida como Love is in The Air, en 2005 en Jerusalén. Muestra a un manifestante con gorra y el rostro semicubierto mientras se apresta a arrojar un ramo de flores.
La decisión, que puede ser apelada, siguió a una disputa entre la compañía británica de tarjetas Full Colour Black Ltd. y la empresa que autentifica y maneja solicitudes relacionadas con el trabajo de Banksy, Pest Control Office Ltd. El artista británico mantiene su identidad y su verdadero nombre en secreto.
Full Colour Black, que vende productos con imágenes impresas de las obras de Banksy, alegó que la marca registrada en 2014 para “Flower Thrower” debía cancelarse porque el artista no había hecho uso de ella. La compañía argumentó que él sólo la solicitó para evitar “el uso regular de la obra que ya había permitido reproducir”.
La compañía de tarjetas también alegó que el propio Banksy escribió en uno de sus libros que “los derechos de autor son para fracasados”.
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Luego de que Full Colour Black comenzó los procedimientos legales, Banksy abrió una tienda en línea llamada Gross Domestic Product para vender su propia mercancía, pero esto generó desconfianza entre los investigadores de la UE.
“Fue sólo durante el curso de los procesos actuales que Banksy empezó a vender mercancía, pero específicamente expresó que sólo la vendía para superar el desuso para los procedimientos de marca registrada y no para comercializar los productos”, escribieron en su decisión.
Citando el desdén de Banksy hacia los derechos de propiedad intelectual, los investigadores también dejaron en claro que la decisión del artista de mantener su identidad secreta minaba sus propios esfuerzos legales en el caso de “Flower Thrower”.
“Debemos señalar que otro factor digno de consideración es que él no puede ser identificado como el dueño indudable de tales obras porque su identidad es secreta”, escribieron. “No se puede establecer sin dudas que el artista posee cualquier derecho de autor sobre un grafiti. La (marca registrada) disputada fue presentada para que Banksy tuviera derechos legales sobre la obra al no poder apoyarse en los derechos de autor, pero esa no es la función de una marca registrada”.
Banksy comenzó su carrera haciendo pintadas en Bristol, Inglaterra y se ha convertido en uno de los artistas más conocidos del mundo. Sus imágenes traviesas y a menudo satíricas incluyen a dos policías besándose, policías antimotines armados con caritas sonrientes amarillas y un chimpancé con un letrero que dice “Ríe ahora, pero un día yo estaré a cargo”.
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