Charlie Nesi. La evolución de lo material

Entrevista

Desde su estudio en la colonia Santa María la Ribera, el artista estadunidense nos recibe para mostrarnos las nuevas piezas que conforman su trabajo multidisciplinario que borra los límites entre la pintura y la escultura

Charlie Nesi | Fotografía: Charlie Nesi
Sarah Gore Reeves y Betsy De la Vega
Ciudad de México /

Constructs es la cuarta y más reciente exposición individual del artista, en la que continúa explorando la ciudad, como inspiración para crear piezas que hacen alusión a la importancia de lo físico, a la impermanencia del mundo material y a los cambios que sufren las grandes metrópolis por la ola transformación global de la que es inevitable esconderse.

Para la exposición, el artista colaboró con el arquitecto Carlos Zedillo Velasco (Studio ZV), quien se ha enfocado en la arquitectura social colaborando con distintos despachos y trabajando con materiales regionales y adaptables a cada lugar, accesibles a distintas condiciones socioeconómicas.

Nesi se aleja de los materiales asociados con la grandeza para explorar el paso del tiempo en los materiales de construcción que conforman las ciudades y los procesos como la oxidación, derrumbe y deterioro. El artista hace un homenaje a la generación de pintores del siglo XX que trabajaron con instrumentos innovadores y crearon a partir de la experiencia.

Llegaste a México hace 10 años, ¿cómo ha evolucionado tu arte?

Cuando llegué, tomé la decisión consciente de abandonar las expectativas que tenía sobre mí mismo como artista. Dejé de hacer arte por las razones equivocadas: ventas, galerías, coleccionistas, toda la fachada que el mundo del arte te dice que necesitas para tener éxito. Por eso todavía no formó parte de una galería. Así puedo ser fiel a mi estilo y a mi narrativa, e inspirarme en mi entorno. Cuando llegué tenía poco o nada de dinero para producir obras, excepto lo que me proporcionaron los patrocinadores del fondo de arte del que era residente. En unas pocas semanas me inspiré como nunca antes. Quería hacer una obra basada en lo que veía, y cómo me hacía sentir, que inevitablemente era más escultórico. Encontré a alguien que me ayudó, que había estudiado en la UNAM, sabía soldar y era bueno con las manos, y lo convencí de trabajar para mí. Como no podía comprar metal en tiendas legítimas, me llevó a Tepito, y allí obtuve mis materiales. Poco sabía en ese momento que ahí vendían artículos robados. Compraba metales robados y vendía las obras a familias en barrios prominentes; fue un momento interesante, incluso poético.

¿Cuál es tu relación con el entorno a partir del arte?

Me perdí en los entornos a mi alrededor, esos que la mayoría pasa por alto y considera rotos; para mí tenían carácter y los encontraba hermosos, aceptándolos como míos.

Como una vieja ruina que recuerda un tiempo pasado, me quedé con la curiosidad de cómo llegaron a este lugar. Este fue el comienzo de la narrativa que se convertiría en mi próximo show. El concepto de no pasar por alto (respetar) el pasado para avanzar hacia el futuro y no repetir los mismos errores históricos. Todo lo que veo o percibo inspira mi trabajo; mi entorno es mi mayor inspiración.

¿Qué relación hay entre los materiales de México y Estados Unidos?

Esta es una de las razones por las que seleccioné los materiales para mi nueva obra: actúan como metáforas del cambio inevitable que es universalmente aplicable. Encuentro similitudes entre los dos países, especialmente en lo que respecta a la construcción. La principal diferencia se reduce al dinero. En Estados Unidos usamos concreto y acero como lo hacen en México, la diferencia es que allá tiene más durock (láminas de concreto preparadas), y los marcos de acero que son de un sitio de construcción. Esto es más costoso, pero minimiza los costos de mano de obra en la contratación de trabajadores. Aquí es más común contratar personas para mezclar y soldar en el sitio, ya que el costo de la mano de obra es mucho más barato.

¿Cómo afecta el paso del tiempo tu trabajo?

En todo. Siempre me ha obsesionado el proceso de envejecimiento natural que tienen los materiales. Los diferentes grados de desgaste y cómo afectan a los materiales. En el momento en que comienza a deteriorarse, nos apresuramos a descartarlo por el siguiente, lo nuevo, lo brillante o más agradable. Hay un misterio inherente en cómo llegó a ser de esa manera que encuentro intrigante. 

mrevistademilenio.com

Escanea el código y suscribirte a nuestro newsletter.

Suscribirte a nuestro newsletter.

jk

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.