La pandemia, el avance tecnológico, las nuevas generaciones y formas del coleccionismo son algunas de las circunstancias que han potenciado la adquisición y proyección del arte digital en recientes años.
Es así como diversos creadores pueden vender un video, una imagen, una programación, una canción, un meme o hasta un tweet en plataformas especializadas como SuperRare; sin embargo, las casas de subastas como Christie’s, Sothebys y Morton Subastas, en México, se han unido a la tecnología NFT del también llamado criptoarte.
“En el NFT hay un archivador y tú tienes tu pequeño archivo, entonces metes el archivo dentro del archivador. Para mí eso es el NFT en palabras sencillas, porque no lo veo como un tipo de arte, sino como una tecnología”, explica Joaquín Restrepo, escultor y artista visual colombiano que lo mismo expone en recintos culturales como recientemente lo hizo en The Gallery at Vaudeville, en Texas, Estados Unidos, que crea arte digital.
Pero como todos “nuevos procesos”, también hay percances y discusiones. Hace algunos días se daba a conocer que el británico Pranksy, un coleccionista de renombre conocido por su compilación de NFT, había adquirido el primer Banksy en este formato, noticia que se daba a conocer y que resultaría una falsa pieza, la cual se había logrado gracias al hackeo de la página del artista. Finalmente, el tema concluyó con la recuperación de la inversión.
El inicio de la aventura
La pandemia por covid-19 generó que el sector cultural en Latinoamérica buscara alternativas para la difusión de su obra, pues como es bien sabido, recintos culturales tuvieron que cerrar sus puertas. A pesar de ello, para Joaquín Restrepo fue una oportunidad para combinar sus “dos amores” que desde pequeño exploraba: el arte y la tecnología.
“Cuando comienza lo de la pandemia yo tenía una serie de exposiciones en algunos museos en México y otros en Estados Unidos y vi que tal vez todo se iba a aplazar; hablando con un amigo le decía: yo creo que me voy a volver loco encerrado en la casa, y entonces me dice: ‘a ti que te gustan los videojuegos, por qué no piensas en una exposición virtual’. Lo que hice fue sacar todos los bocetos de las exposiciones que tenía, donde se incluye la escultura Amor Fati”.
En la exposición V.I.T.R.I.O.L, además de obras físicas, también se complementó la parte digital, “porque se me hacía importante mover estos mundos virtuales dentro de los espacios físicos, también para que la gente se vaya acostumbrado, sobre todo porque la idea es irnos moviendo o ir mostrando que los NFT son algo viable”.
Mundo virtual
En agosto, el mayor museo de Rusia, el Hermitage de San Petersburgo, anunciaba el comienzo de la subasta de los NTF de cinco obras: Madonna Litta, de Leonardo da Vinci; Judit, de Giorgione; Las lilas, de Van Gogh; Composición V, de Kandinsky, y Esquina del jardín en Montgeron, de Claude Monet.
Pero, ¿qué tan bueno es generar NFTs de las colecciones actuales de los museos? “Esa parte no la tengo tan clara porque yo no sé quién es el museo para hacer un NFT, porque es distinto que un artista genere un NFT a que sea una institución la que la genere porque, en ese caso, si al museo le pasa algo, cómo me aseguro de qué es eso, porque nunca le preguntaron al artista”, opina Restrepo.
Y concluye: “Yo estoy haciendo NFT para estar hechos NFT porque es una plataforma diferente, por lo cual creo que tiene un tratamiento diferente. En cuanto a los museos, que pueden ser físicos, virtuales o mixtos, yo veo eso como una gran posibilidad porque hoy en día hay unas pantallas que son de una belleza, donde se pueden generar museos al aire libre”.
y además
Colaboraciones con otros artistas
Entre sus próximos trabajos se encuentra una colaboración con Raúl Marroquín, quien ha expuesto sus trabajos en el Museo Reina Sofía y con el que está realizando “un mundo virtual completo”. Mientras que al músico Trevor Kowalski, “le pedí que me compusiera una pieza musical corta, a la que yo le iba a hacer una intervención visual, para ir viendo lo que iba pasando, porque creo que el arte comienza a surgir de una forma orgánica y muy natural”.
bgpa