El arte por una sociedad más libre y tolerante

Edición Fin de Semana

'Líneas rojas' presenta por primera vez 31 piezas de la colección Censored, obras marcadas por la represión, entre ellas el óleo 'La Revolución', del mexicano Fabián Cháirez, que tanta polémica causó en Bellas Artes.

'La Revolución' de Fabián Cháirez (Especial).
Jeniffer Seefoo
Cataluña /

La exposición Emiliano: Zapata después de Zapata expuesta en el Palacio de Bellas Artes en 2019, no sólo buscaba homenajear al “Caudillo del sur” sino encontrar, a través de la mirada de 140 artistas, la transición de la sociedad mexicana a partir de aquel líder campesino hasta la modernidad, misma que se presentó conservadora, sujetada al machismo y la homofobia ante La Revolución, la obra del pintor chiapaneco Fabián Cháirez, que actualmente forma parte de la colección Censored, de la que se expone en Lleida, Cataluña, una treintena de piezas.

“Al grito de ¡Maricones no!”, se lee a un costado de la pintura del mexicano expuesta en El Centro de Arte La Panera, óleo adquirido por el periodista y empresario Tatxo Benet, propietario de más de 100 obras polémicas que hoy encuentran una segunda oportunidad en la exposición Líneas rojas. 

“Cada vez que nosotros, los ciudadanos, nos oponemos a la censura estamos poniendo nuestro granito de arena en la lucha por una sociedad más libre”, expresaba Benet durante la inauguración de la muestra, el pasado 9 de septiembre. “Me hubiera gustado que la exposición se llamara 'Tolerancia'”, resaltó el coleccionista invitando a todos los presentes a “respetar”, ya que “cuando toleramos aquello que nos parece vulgar, estamos aceptando que para otros sea lírica, y además estamos respetando su derecho a disfrutar de esa lírica”.

Apenas al entrar se puede ver la proyección Freedom Fries: naturaleza muerta del mexicano Yoshua Okón, una “de las primeras obras” que compró Tatxo Benet. La obra del creador multidisciplinar formaría parte de la exposición 'Embracing the present' en la galería londinense Tin Tabernacle. Okón presentó un video en el que se puede ver “una señora muy obesa estirada en una mesa que por lo que se ve en los cristales es un McDonald’s, mientras un joven va limpiando el ventanal detrás como si no pasara nada”, describe Benet esta obra que aborda la cultura consumista corporativa, aludiendo a la forma de engañar y deformar el cuerpo con la activación y repetición compulsiva de la comida rápida. 

“Finalmente decidieron no exponerlo, no quiso (Londres) ponerse a mal con McDonald’s. Y varios de los artistas que iban a exponer en esa retrospectiva pidieron retirar sus obras en apoyo a Yoshua” continuó Tatxo quien destacó la creación del mexicano, “es un video impactante”.

La muestra en Lleida reúne artistas de la talla de Pablo Picasso con sus grabados pornográficos de Rafael y la Fornarina expuestos en París en 1968; el retrato de Filippo Strozzi realizado por el chino Ai WeiWei con piezas de Lego, que hizo que la empresa dejara de suministrarle material durante dos años. Statue of a girl of peace de Kim-Eun-Sung y Kim-Seu-Kyung, escultura que rinde homenaje a las jóvenes coreanas esclavas sexuales ofrecidas a los soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial; Amén de Abel Azcona, obra que muestra la palabra pederastia escrita con hostias consagradas; McJesús, el payaso de McDonald’s crucificado de Jani Leinonen; La civilización occidental y cristiana del argentino León Ferrari que muestra un Cristo crucificado en un avión de guerra como crítica a la guerra estadunidense contra Vietnam; la caja de fósforos creada por el colectivo Mujeres Públicas con el lema del anarquista Kropotkin: “La única iglesia que ilumina es la que arde”. Dicha obra generó amenazas de ataque al ser exhibida en el museo madrileño Reina Sofía en 2014.

México también se encuentra representado en la obra A fire in my belly, de David Wojnarowicz. La película del estadunidense es una meditación visceral sobre la identidad cultural e individual, la espiritualidad y los sistemas de creencias captados en Ciudad de México. El video de siete minutos muestra a niños tragafuego en las esquinas, imágenes de la lotería, las luchas, el silencio, la violencia. En una entrevista que concedió en 1991, Wojnarowicz dijo: “Miro la pobreza en Nueva York, que realmente ha aumentado en los últimos ocho años y la gente que conozco simplemente dice que no puede creer que esté llegando a esta etapa. Yo sólo me río y digo, ‘Ve a Ciudad de México y verás nuestro futuro’. La obra nunca se completó.

Más allá de esta exposición, el objetivo de Tatxo Benet es crear un museo para exhibir la colección completa, un espacio donde impere la libertad y la tolerancia, sin renunciar a seguir organizando exposiciones temporales por el mundo.

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