A cinco siglos del encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortés, el Museo del Templo Mayor organizó la exposición Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México, conformada por una serie de piezas arqueológicas e históricas que apuestan por explicar la manera en que las creencias en las voluntades divinas influyeron en aquel pasaje.
“El Instituto Nacional de Antropología e Historia no podía dejar pasar esta fecha, no por la anécdota superficial del encuentro entre dos personas, sino porque representa aquí, en el corazón de México-Tenochtitlan, justo en el ala oriente del Templo Mayor, el inicio de un colapso de los pueblos, de las culturas, de las formaciones socioculturales que habitaban el territorio mexicano, a partir de la llegada de una Europa en expansión”, a decir de Diego Prieto, director del INAH.
'Tetzáhuitl' es un vocablo náhuatl que suele traducirse como presagio —literalmente señalan los especialistas significa “suceso extraordinario”—, aprovechado en esta muestra para mostrar lo que sucedió antes y después del 8 de noviembre de 1519, dividida en un módulo mexica y uno español.
“La exposición pretende hablar de esta extraordinaria manifestación de la mentalidad humana y, al mismo tiempo, busca incidir en el debate sobre la confrontación, convivencia y amalgamiento entre diferentes sociedades y mentalidades para demostrar que, en lo que se refiere a mitologías y construcción de visiones cosmogónicas, ninguna cultura es más o menos adelantada que otra, sino que son tan sólo distintas y frecuentemente impenetradas”, enfatizó Diego Prieto durante la inauguración de la muestra.
Curada por Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor, y Guilhem Olivier, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, en Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México se representan, por ejemplo, el incendio repentino del Templo Mayor, el paso de un cometa, la presencia de una mujer llorando por las calles tenochcas, una piedra parlante que se negó a llegar hasta la capital mexica e, incluso, un agricultor que, raptado por un águila, atestiguó una visión de Moctezuma dormido, como presagio de que su fin se aproximaba.
Del lado europeo, por otra parte, se muestra cómo las crónicas hablan de la importancia del apóstol Santiago en las batallas, del hecho de que el mismo Cristóbal Colón aseguraba que sus descubrimientos fueron resultado de la palabra del profeta Isaías.
“Hablar de presagios es algo un poco inmaterial y, por definición, difícil de ilustrar. El primer reto fue encontrar piezas significativas para mostrar esa temática y, después, explica el fenómeno a partir de un contexto más amplio, en este caso el contexto de la cosmovisión mesoamericana, de la visión cíclica de la historia, de los diferentes soles cosmogónicos”, enfatizó Guilhem Olivier, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, un convencido de la necesidad de abandonar este cliché de los indios supersticiosos frente a los europeos renacentistas y racionales: “las cosas son mucho más complejas”.
La exposición Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México se mantendrá en el Museo del Templo Mayor (Seminario 8, Centro Histórico) hasta marzo de 2020.
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