Raúl Ortega Ayala: 'The Zone, Chernobyl (2013-2020)', un desastre contemporáneo

Un espacio inhabitable y cinco años de trabajo forman parte de la muestra fotográfica que Raúl Ortega Ayala nos presenta en la galería Proyectos Monclova, en Ciudad de México.

Una exposición de Raúl Ortega Ayala. (Proyectos Monclova)
Sarah Gore Reeves y Lorena Domínguez
M revista de Milenio /

Raúl recopila por primera vez la historia de cuatro antiguos habitantes de esa zona que sufrieron los estragos del desastre con la intención de recapitular las problemáticas sociales, políticas y ecológicas que se desencadenaron en la ciudad de Prípiat y sus alrededores después del accidente nuclear de Chernóbil, en Ucrania.

Desde el inicio del proyecto, Raúl Ortega Ayala estableció que un porcentaje de los ingresos recaudados por la venta de obra se concederían a fundaciones que trabajan en Chernóbil. En esta ocasión, ha decidido donar una parte de lo recaudado en esta exposición a los colaboradores del proyecto y a sus respectivas familias, quienes actualmente radican en Ucrania o que han sido desplazados por la reciente invasión rusa.

En exclusiva para M, platicamos con el fotógrafo sobre los espacios y lugares en desolación y cómo estos se volvieron parte de la memoria colectiva actual. La exposición estará disponible hasta el 13 de agosto.

El accidente nuclear de Chernóbil es uno de los eventos más explorados. ¿De qué manera difiere esta narrativa de las que se han expuesto antes?

"Cuando inicié este proyecto en 2013, gran parte de la información estaba enfocada en el accidente y no en las consecuencias en la gente. La película The Zone busca contribuir a las narrativas de este evento, a partir del relato directo de sobrevivientes que vivían en el área circundante y que cuentan su propia experiencia".

¿Por qué Chernóbil? ¿Qué te llevó a retratar este lugar?

"Chernóbil fue uno de los peores accidentes tecnológicos del siglo pasado, y sus consecuencias se extienden más allá de esa centuria. Lo ocurrido ahí afectó a un sinnúmero de gente mucho después de que el accidente quedara 'contenido', por la exposición a altas dosis de radiación. Y el esparcimiento de radiación también deja una gran parte del territorio aledaño al reactor inhabitable para seres humanos por miles de años".

Foto: Cortesía Proyectos Monclova

¿De qué manera se relacionan las fotografías de Prípiat y el ejercicio cinematográfico dentro de la exposición?

"La película sigue a cuatro antiguos habitantes de Prípiat mientras recorren los escombros de esa ciudad y relatan sus historias. Las fotografías retratan detalles de lo que dejaron atrás los antiguos habitantes de la zona de exclusión, los restos de la parafernalia y las estructuras monumentales soviéticas, y la escala de los espacios abandonados".

¿Cuál es el papel de cada uno de los cuatro relatos, de estas cuatro personas?

"Me interesaba que los relatos vinieran de personas que tuvieron experiencias distintas de la catástrofe. Están el vicealcalde de Prípiat, que colaboró en el desalojo de los más de 50 mil habitantes de esa ciudad; un sobreviviente que era niño en aquel entonces, un entrenador que tenía a más de 200 niños a su cargo el día del accidente; y una mujer que tenía una hija de apenas nueve meses de edad en aquel entonces".

Después del tiempo que pasaste en la zona de exclusión, ¿qué aprendizajes, tanto profesionales como personales, llevas contigo?

"Son varios. Por un lado, ví la falibilidad de un sistema político y de una tecnología que prometía un futuro que nunca llegó, y por el contrario resultó ser perniciosa. Y por otro, me tocó conocer gente que mostraba una increíble resiliencia a pesar de haber experimentado la pérdida de gente cercana y de sus comunidades, de sufrir una migración forzada y de padecer las consecuencias directas del accidente".

Además de ser un ejercicio expositivo, ¿hay algún argumento o pensamiento sobre The Zone, Chernobyl que nos quieras compartir?

"La radiación que queda en la zona de exclusión va a tomar miles de años en degradarse. Va a tardar más en descomponerse que una obra de arte, una botella de plástico o un vestigio arquitectónico. Mi pregunta es: ¿será esto lo que va a sobrevivir, más que cualquier otra cosa, como legado de nuestra civilización?".

Encuentra la exposición completa en: @_monclova

hc

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