Parte de la obra Frida Kahlo puede ser admirada desde hoy en Madrid en la muestra Vida y Obra Frida Kahlo, que mezcla proyecciones y más de 2 mil 500 fotogramas animados pintados a mano por distintos artistas. Una exposición que no tiene precedente debido al extraordinario trabajo audiovisual que permitirá al espectador —literalmente— ser envuelto por algunos de los mejores cuadros de la pintora mexicana más admirada en Europa.
La exposición, que llega de la mano de Acciona, pretende rendir homenaje a la obra de la pintora a través de sus distintas etapas artísticas, así como crear un impacto positivo en el medioambiente.
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Vida y Obra de Frida Kahlo se exhibe en un espacio creado especialmente para este propósito en el barrio madrileño de Delicias. La obra de la mexicana se mezcla con la música del compositor y pianista Arturo Cardelús, nominado a un Premio Goya. Los ingresos generados por los visitantes irán destinados a plantar árboles en Madrid y México, en colaboración con los gobiernos locales de ambas ciudades y sus planes de renaturalización.
El objetivo del montaje es acercar al público algunas de las obras maestras de la pintora (como sus famosos autorretratos, La venada herida o el dedicado al Doctor Eloesser) y otras menos conocidas (como El suicidio de Dorothy Hale, o Lo que el agua me dio). También se pretende contextualizar su figura y poner de relieve su resiliencia y fortaleza personal.
Todas las obras fueron pintadas fotograma a fotograma, a mano, dando vida en el proceso a algunos de los cuadros más famosos de la artista. Los visitantes podrán pasear a través de algunas de las obras más importantes de la mexicana, dotadas de un movimiento y expresividad nunca antes visto. Los espacios se transforman con los motivos proyectados directamente sobre las estancias, generando una sensación de inmersión total en el universo de la mexicana.
Unas piezas que no solo acompaña a las proyecciones, sino que establecen ritmos emocionales y potencian la narrativa visual, haciendo uso de una gran diversidad de instrumentos que se han combinado con música tradicional europea y mexicana.
La muestra, que busca mostrar las múltiples facetas de Kahlo -como mujer, como pintora y como figura histórica- estará de gira por varias ciudades asiáticas y europeas en los próximos años, incluyendo Barcelona, Copenhague o Bangkok.
Todo un espectáculo que guía al espectador a través de las distintas etapas que marcaron la producción de Kahlo. La primera parte se centra en el esplendor de la artista, generando paralelismos entre su obra y los testimonios de sus contemporáneos, revelando su impronta en las artes latinoamericanas. Rodeada de intelectuales, siendo la piedra angular del interesantísimo ambiente cultural del México de principios del siglo XX.
La segunda permite recorrer su faceta más íntima. Las raíces y amistades de la artista, así como el traumático accidente que marcó una pausa en su producción artística. El 17 de septiembre de 1925, el autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Kahlo sufrió heridas por todo el cuerpo y estuvo tres meses sin poder andar, sometiéndose a más de treinta operaciones para reconstruir sus huesos. Una época en la que adaptó algunos de sus caballetes para poder pintar desde la cama, retratándose a sí misma constantemente.
La muestra concluye con la Casa Azul, el lugar en el que pasó la mayor parte de su vida. En el corazón de Coyoacán, donde la mexicana firmó muchas de sus obras. El 23 de julio de 1954, Frida falleció en este mismo lugar que todavía guarda su esencia y que se recrea en esta exposición gracias a los 38 proyectores de última generación que transformarán este espacio en el universo artístico de la pintora.
Las comisarias de la exposición son Roxana Velásquez Martínez del Campo, directora ejecutiva del Museo de Arte de San Diego; y Deidré Guevara, comisaria de la muestra Frida y yo en el Museo Georges Pompidou de París.
PCL