Al menos ocho años han pasado desde que el fotógrafo Salvador Botello se dio a la tarea de reivindicar la memoria del pintor y muralista Raúl Esparza, artista considerado a la altura de los mejores exponentes de la plástica mexicana, pero ignorado por las autoridades y la población en general.
Como docente, productor de video y fotodocumentalista, Botello decidió recuperar su legado, donde además da cuenta del trabajo escultórico.
Este lunes se entrevistará con el director del Instituto Municipal de Cultura y Educación, Antonio Méndez Vigata, para ofrecer un proyecto que abarca video, la producción de un libro y una propuesta turística que permita reconocer el trabajo del artista.
En entrevista para Milenio, el fotógrafo asentó que Esparza es un genio olvidado por la comunidad a la que brindó un sentido de pertenencia e identidad, al plasmar la vida de La Laguna en su mayor esplendor y, desde una óptica horizontal, al visibilizar a los obreros y campesinos junto a sus tradiciones.
“Lo primero es un documental que ya está completamente hecho, hay tres si no es que cuatro personas que dieron su opinión y ya fallecieron, esto refleja que he tardado muchos años porque tengo que dedicarme a trabajos remunerados en tanto que debería ser rentable, pero no lo es para ninguna autoridad. El proyecto es ambicioso porque pretende rescatar a un genio olvidado”, indicó.
La calidad es incuestionable, tanto en el trabajo mural como en el caballete. Pero el entrevistado dijo que muy pocas personas saben que Esparza realizó una escultura en honor a los mineros, propiedad de Grupo Peñoles. Ante el descuido y la omisión de las autoridades, algunas obras ya han desaparecido y otras peligran.
“Mi preocupación es que la gente y los gobiernos municipales y estatales de Coahuila y Durango, no tienen la menor conciencia de la obra de Raúl Esparza”, apuntó el fotógrafo.
Su propuesta incluye tres etapas
Para su documental realizó un sondeo en las calles y dijo, no conocían ni su nombre. Lo mismo ocurrió con funcionarios de gobierno y burócratas.
“No saben ni pu... idea y ahí está en mi documental, gente que dices: ¿Bueno, pero qué están haciendo? Considero que la obra tiene un nivel tan alto como para que esté dentro de los grandes de la plástica mexicana; hay muy poca gente que puede dar ese testimonio, y no hablo en primera persona, sólo soy un documentalista, pero creo que se le debe dar este estatus”.
Botello refirió que el artista comenzó a hacer murales en 1954 y la primera obra se ubica en Zaragoza y la avenida Victoria en Gómez Palacio. Al ocuparse el edificio para instalar una sucursal bancaria, el mural fue parcialmente cubierto por un falso plafón para colocar unos cubículos. El mural cuenta la bonanza económica producto de la producción agrícola, plasmando incluso la fachada del Banco Lagunero, institución netamente regional.
Otro mural que corre la misma suerte en Gómez Palacio se ubica en un hospital centenario, sin mantenimiento, requiere de una cirugía mayor. Pero en Torreón la obra no ha corrido con una suerte distinta, con motivos precolombinos el que plasmó en el interior de la papelería El Modelo fue destruido después de que el negocio de corte familiar cerró, y el que realizó en la avenida Juárez y Rodríguez se encuentra en el abandono.
Salvador Botello continúa en el recuento, con técnica de mosaico vizantino, el de la Compañía Financiera y Fiduciaria de Torreón, a un lado del Hotel Plaza, en Rodríguez, entre Matamoros y Morelos, con una técnica sumamente compleja y costosa, no parece merecer mantenimiento.
“Eran los años sesenta, seguramente estaba Braulio Fernández de gobernador y había billetes y por eso tuvieron murales la ECA (hoy FCA) y las facultades de Odontología y Medicina. Del maestro hay un mural en Los Ángeles, California, en un recinto de la ciencia y la tecnología, el Museo Paul Getty. Buscaba a los impresionistas que tiene el Getty y comencé a reconocer el trazo. ¿Por qué se me hace familiar esto si no he estado allí? Le busqué la firma y era de Raúl Esparza”, dijo.
Otros murales del autor se conservan en El Fresno, California, uno de Los Ángeles fue donado y trasladado a Texas, y el pintor realizó obra en Taipei, China. Pero esto no resulta interesante para las autoridades comisionadas a la cultura.
“Mi propuesta es de tres etapas. La primera ya la cubrí con el documental con la vida y obra de este muralista. La segunda es documentar la obra de caballete que se encuentra en domicilio con el objetivo de hacer un catálogo de obra impreso, para que las piezas se den a conocer al gran público. Y en una tercera parte se podría generar un corredor turístico para dar a conocer la obra que se encuentra en los espacios públicos de la ciudad, para rescatar la identidad de la ciudad, cuidando y preservando la obra”.
Variedad de técnicas:Trabajó en ladrillo
El mural De la encarnación, ubicado en una iglesia católica en el Campestre La Rosita, es de una dimensión aproximada de 120 metros cuadrados, cubiertos por piezas de barro cocido, mismas que preparó en las ladrilleras del municipio de Matamoros.....
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