Samuel Meléndrez pintó durante los últimos tres años 19 cuadros al óleo, a manera de Homenaje a Luis Barragán, la serie puede admirarse hasta el 15 de mayo en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA de la UdeG).
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El artista tapatío comenta que desde sus primeras exposiciones a finales de los noventa hubo quienes le dijeron que sus obras eran barraganescas y esa fue una idea que le quedó y retomó hace tiempo en que decidió trabajar series temáticas. Meléndrez siempre se ha caracterizado por retratar paisajes urbanos, azoteas, ventanas vistas desde el interior de una habitación.
“Mi forma de pintar ha cambiado respecto a la cohesión temática. Estos últimos años me he inclinado por trabajar proyectos, este proyecto de Luis Barragán es el primero de otros, el primero con esa intención, pero estoy en otro sobre la Guerra Fría que se dio en las décadas de los sesenta y setenta y cómo viví esa situación en mi infancia, otro sobre paisaje urbano nocturno”, pero para eso faltan algunos meses, por lo pronto dijo estar concentrado en la promoción de Homenaje a Barragán que al término de su estancia en el MUSA, se trasladará al Claustro de Sor Juana en la Ciudad de México en donde se exhibirá durante dos meses más.
“Aunque por el momento son 19 cuadros, creo el tema es muy amplio y muy probable lo extenderé más, sobre todo porque las obras que retomo esta ocasión son la Casa Efraín González Luna conocida como Casa ITESO Clavigero de Guadalajara, las Torres de Satélite, la Casa Taller y la Cuadra San Cristóbal de la Ciudad y el Estado de México y me gustaría hacer algo sobre la Casa Ghilardi y el Convento de las Capuchinas”.
El pintor añadió “me identifico mucho con sus enseñanzas, estoy tomando conciencia de su influencia en mi obra. Hay varias razones detrás de este homenaje. Al ser un artista universal desde muy pequeños lo vemos en libros de arte, en documentales, es parte de nuestra educación emocional. Luego, yo siempre he pintado arquitectura más que paisaje, me interesan más las estructuras que los paisajes abiertos, creo que tengo algo de arquitecto frustrado, me identifico mucho con ellos. Estudiando la obra de Barragán y su biografía me he identifiqué con algunos de sus conceptos sobre la creación. Descubrí que trabajaba como un pintor, no tenía miedo a modificar su obra sobre la marcha. Admiraba mucho a pintores surrealistas como Chirico y Magritte y aunque se identificaba con las corrientes de arquitectura moderna se oponía a la visión de algunos como Le Corbusier que buscaron estuvieron a favor de destruir edificios antiguos para levantar en esos espacios sus obras. Esa actitud revela su espíritu humanista”, dijo.
“Sobra decir por qué siento esta profunda reverencia por él. Más que un hombre es un símbolo y una especie de santo laico. Como dije, es parte de nuestra educación emocional, es la representación de una personalidad discreta y reservada. Hay que agradecerle que a pesar de su santidad se mantuvo lejos del escándalo. Creo que esa es la principal característica de los genios sabios. Luis Barragan es una personalidad que estimula mucho a pensar es muy didáctico. Ahora lo amo mucho más y me siento más identificado con su obra y orgulloso del legado que nos dejó”, agregó.
La cita es en avenida Juárez 975, la entrada es gratuita. Mayor información en el sitio www.musa.udg.mx
SRN