Alfredo Cortés, al menos 13 años enseñando el arte de dibujar en La Laguna

En el taller que imparte en la Casa de Cantera en Torreón, ha tenido alumnos que ahora ya trabajan hasta en Disney.

El taller ha tenido que aguantar dos "pandemias", la violencia y el covid. (Mauricio Román)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Lleva al menos trece años entrenando la mente, mirada y manos de niños, adolescentes y adultos en el arte de ver y dibujar, y con el taller llamado 'Grabalia', el artista Alfredo Cortés ha podido sortear incluso dos pandemias en Torreón para continuar con la formación de sus alumnos.

Primero fue la virulencia del crimen en 2007 y que obligó a la población a mantener su camino de la casa al trabajo y viceversa. Mientras que en 2020 otro virus se incrustó en la mente colectiva, pues se sabía poco del covid-19 y no había una vacuna para la enfermedad, por lo cual se pidió a los alumnos no volver por un tiempo a la clase.

Van recuperando de a poco el ritmo de la enseñanza presencial a través de las sesiones de dibujo para adultos, algunas de ellas de figura humana con modelo en vivo, todo en un ambiente de camaradería y cordialidad a pesar de mantener las medidas sanitarias.

“El taller tiene ya trece años. Físicamente aquí en la Casa de Cantera en la Colón y la avenida Juárez, en noviembre cumplimos once años, empezamos en la Casa del Artista”, comentó el artista Alfredo Cortés.

Al principio fue picar piedra porque hemos pasado por muchos momentos, la inseguridad y todo. Fue muy difícil pero el sitio lo fuimos acreditando entre Oswaldo Luévano y yo, que al final fuimos los únicos que estábamos aquí; fue una muy buena localización luego de que bajó la inseguridad.

“Trabajar era lo que sabíamos hacer y logramos se puede decir, un éxito porque teníamos lleno aquí”, comentó.

Más allá del sitio, el mayor logro de acuerdo a Alfredo Cortés, fueron los premios que obtuvieron los alumnos que tuvieron.


¿Qué concursos han ganado?

En el caso de su taller, los niños y jóvenes participaron en una convocatoria para ilustrar aspectos de la naturaleza a través del concurso 'Que viva la Selva Lacandona', y uno de los chicos lo ganó. Asimismo los estudiantes participaron en bienales teniendo buenos resultados, en tanto que algunos jóvenes salieron fortalecidos para asumir una carrera en artes visuales, cambiando de ciudad y luego de país.

“Profesionalmente ha salido gente que ahora está en Europa, Estados Unidos o Canadá. Aprovechando que la base del grabado es el dibujo, sí hubo mucha gente que específicamente me pedía eso, el dibujo y profesionalmente lograron desarrollarlo”.

Alumnos han llegado hasta 'Disney'

"Hay gente en Disney trabajando, ahora me llama desde allá. Hay casos de alumnos que estuvieron dibujando con nosotros los miércoles, agradeciéndome lo que pude compartir con ellos y que lo están aprovechando más allá de la escuela. Eso que aprenden en un tallercito chico”, dijo.

Métodos y dinámicas

Para Alfredo Cortés esto es muy simple, a sus alumnos les enseña a ver de acuerdo a los métodos y las dinámicas que él hubiera querido recibir de sus profesores, es decir, el cómo le hubiera gustado que le enseñaran y por tanto aprendido en torno al dibujo y también al grabado.

Ubicado en la planta baja de la Casa de Cantera, en el estudio continúan las sesiones con las medidas sanitarias, por lo cual se pide llevar su cubrebocas, mantener una distancia adecuada, así como el uso de gel antibacterial y el lavado de manos constante.

La capacidad de acuerdo al es pacioes de doce alumnos como máximo, aunque se estableció que son ocho estudiantes en promedio después de la pandemia.


Un indicador de que las medidas sanitarias han funcionado es que ninguna persona se ha reportado enferma y por tanto no se ha considerado el taller un sitio de exposición a la enfermedad.

"En el año 2020 paramos unos meses, incluso los mismos alumnos me pedían retomar. El espacio era amplio para trabajar con cinco o seis personas máximo. Finalmente pasaron cinco meses y empecé a trabajar con poquita gente y no hemos parado".

"Antes de la pandemia tenía un grupo de personas que me estaba ayudando del Politécnico y de la UAL de Artes Plásticas; los juntaba en específico cuando sí tuve mucha gente; adapté un espacio, sobre todo en verano antes del covid, para trabajar con niños, pero fueron los primeros en ser protegidos", dijo el maestro, quien afirmó que este grupo no ha vuelto aún a las clases presenciales.

aarp

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