Originario de Puebla pero radicado en la ciudad de Saltillo desde hace doce años, reconoce que todo inicia cuando un niño intenta reproducir la realidad graficando en un cuaderno. Antonio Ferlun afirma así que la matriz de la cultura y el arte se encuentra en el dibujo, sea al escribir una canción o al interpretarla de manera libre a través de una historia gráfica.
Participar como artista plástico en "El Arte de la Canción" fue toda una sorpresa, pues mucho antes de pensar en trabajar con la crítica de arte Avelina Lésper, él ya se reconocía como un fan más de su legión pues apunta, ella se animaba a decir y hasta escribir lo que muchos artistas pensaban pero no se atrevían a decir, atendiendo las convencionalidades del arte VIP.
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Para trabajar en la generación de contenidos dentro de la exposición "El Arte de la Música", también recuerda que los dibujantes no pudieron elegir sus canciones. Éstas les llegaron por correo electrónico y las suyas fueron Cien años y Belleza de cantina, ambas dentro de su imaginario.
“Fue muy interesante, primero porque yo soy fan de Avelina, desde mucho antes de que saliera el proyecto yo era fan porque al final yo siempre tuve esa perspectiva del arte que ella vino a visualizar de manera global y puso esas palabras que nos cruzaban en la mente a muchos, pero que por cuestiones de sistema no decíamos, siempre me brincó el hecho de lo que Avelina denomina como Arte VIP”, expresó.
Antonio Ferlun apuntó que sobre la Colección de MILENIO Arte, él venía siguiendo su ruta desde tiempo atrás, con propuestas como El MILENIO visto por el Arte, El Arte del Vino o La Poesía vista por el Arte, así cuando lo llamaron para invitarlo a confeccionar dos piezas para la exposición "El Arte de la Canción" se entusiasmó rápidamente.
“Yo tenía noción de lo que hacían pero no tenía ningún contacto, la verdad amablemente me recomendaron, entonces fue cuando me contactaron; me imagino que vieron mi trabajo y me contactaron, para mí fue algo bien padre, con independencia de la paga, fue muy grande el gusto de participar. Además me gustó mucho porque era dibujo. Yo me dedico al arte en general, pero siempre he considerado que el dibujo es la matriz del arte. No hay arte si no hay dibujo”, indicó.
Antonio sabe por experiencia propia que de niños lo primero que se hace en un cuaderno son garabatos. De forma natural se generan trazos y la intención primera es el generar letras, pero a veces la imaginación de un niño construye otros imaginarios. Los que llegan a pensar en la palabra escrita conformarán sin duda alguna textos, pero los otros dibujarán, si así lo quieren, hasta el universo. Y eso justo fue lo que le ocurrió a Ferlun.
“La idea primaria siempre está basada en un papel y lápiz, es la manera en la que la gente percibe lo que nosotros tenemos en la mente, entonces el poder transmitir el discurso de una canción para hacer con ella una nueva historia se me hizo genial. Se me hizo fascinante el que pudiera hacer algo relacionado con el dibujo, porque al final yo me considero más dibujante que pintor. Antes que escultor y grabador soy dibujante. Se me hizo muy padre el poder rendirle un homenaje tanto a la canción como al dibujo”, mencionó.
Antonio Ferlun es un dibujante natural, la pintura la abordó cuando superó los 18 años. Al proponerle ser parte de la exposición "El Arte de la Canción" le pareció interesante pues el reto era traducir gráficamente la historia.
“Obviamente es una interpretación tuya, pero esas canciones todo mundo las conoce y todos en su mente se han imaginado una historia. ¿Cómo puedes hacer algo con lo que el público en general sobreentiende la letra y que no choque, que tenga coherencia? Así como va la armonía, pensaba en el dibujo porque debía tener esa misma armonía, porque de lo contrario chocan... Pensaba yo que esa misma traducción del sonido de la letra hacia el dibujo debía ir con el ritmo y tener esa misma armonía. En las canciones no tenías chance de escoger lo que favoreciera tu trabajo y eso es un reto bien bonito... Y eso fue genial porque cuando abrí el correo para ver las canciones que me tocaban vi Cien años que es muy fuerte, es una canción que todos hemos escuchado en muchas versiones, y la de Belleza de Cantina, que ya la había oído pero nunca la había escuchado con detenimiento. Lo que nos pidió Avelina fue no hiciéramos algo descriptivo, que no cayéramos en una reproducción visual de la canción para darle otro contexto, relacionado pero original, diferente”, refirió.
El resultado de este ejercicio es visualmente fantástico y los interesados en ver estas dos canciones con otra mirada podrán hacerlo a partir del primero de octubre y hasta el 11 de enero de 2023, en la sala de exhibiciones temporales del Museo Regional de la Laguna (Murel), los días miércoles y jueves de 10:00 a 16:00 horas, mientras que los sábados y domingos de 11:00 a 17:00 horas.
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