Es la tercera ocasión que Arturo Chacón interpretará a Manrico en El Trovador, obra que será escenificada en la Ópera de San Francisco en seis fechas, la primera de ellas el 12 de septiembre, una pieza de Giuseppe Verdi en la que compartirá créditos con la soprano Angel Blue (Leonora), en una producción de David McVicar.
Sobre Manrico, dice con emoción: “¡Me va de maravilla! Estoy muy contento con este papel, con esta producción que es muy conocida de David McVicar, este director inglés maravilloso, con unos sets, una escenografía con paredes de unos 30 metros de altura: estamos hablando de castillos y como si fuera la época medieval en España”.
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No es un personaje ajeno, pues reconoce que lleva tiempo estudiándolo y preparándolo, lo que lo ha llevado a tener una conexión con el personaje.
“Es un muchacho joven y, al mismo tiempo, tiene una conexión fuerte con la vida y la muerte. Es una obra que habla todo el tiempo de muerte porque estamos en guerra, estamos en momentos muy inciertos para estos personajes; entonces, para ellos cada día es crucial vivirlo al máximo, por eso el amor que tiene por Leonora, el odio que tiene por el Conde de Luna y la relación tan extraña que tiene Manrico con su madre. Lo que más me reta, en este caso, es vivir todas esas emociones al máximo y expresarlas con mi canto, que gracias a la madurez y bastantes años cantando, lo siento muy cómodo y accesible”.
Historias y pieles
Sin embargo, la agenda del tenor sonorense no para ahí y ya tiene fechas hasta junio de 2024. Por lo pronto, en la segunda parte del 2023, anuncia que el 13 de octubre tendrá el concierto Viva México, “con mi amigo y pianista Roberto Berrocal, como parte de la serie de conciertos Steinway, que es la compañía de pianos y que tiene una serie de presentaciones en Miami todos los años”.
Y como lo anuncia el nombre, en el concierto habrá “mucha música mexicana. Ahí tendremos las canciones típicas, desde “Cielito lindo”, “Granada”, algunas de José Alfredo Jiménez y estamos viendo si ponemos algunas cositas de ópera, para no olvidarnos de mi trabajo principal, pero sobre todo será eso: un mexicano cantando en Miami música mexicana”.
En ese mismo mes, llegará también al escenario del Festival Internacional Cervantino, donde ya se ha presentado: “Ahí, en el Teatro Juárez, el 18 de octubre se escuchará ópera y música italiana, zarzuela y un poquito de opereta. La segunda parte será dedicada cien por ciento a José Alfredo Jiménez, en su 50 aniversario luctuoso”.
—Vuelve al Cervantino, donde Sonora es invitado de honor.
El Cervantino es considerado el festival cultural más importante en México y tal vez en Latinoamérica; tenemos grandes representantes mexicanos y también internacionales. Me siento muy orgulloso y contento de participar. En esta ocasión Sonora, mi estado natal, es invitado de honor del festival y me da mucho gusto, orgullo y alegría representar a Sonora y a México en esta ocasión.
—Su agenda tiene fechas hasta junio del 2024.
Vamos a tener una gran variedad de óperas y conciertos, voy a estar en la Opera de Tenerife cantando Manon, la misma que canté en Bellas Artes hace ocho años; después en el Gran Teatre del Liceu, en la Opera de las Palma, en la Opera Nationale de Bordeaux y en la Opera Royal de Wallonie.
—Cada mes cambia de personaje a interpretar, ¿cómo es cambiar esa piel?
Es muy bonito. Creo que fue de lo que más me llamó la atención cuando empecé a cantar: que me podía transformar en diferentes personas en el tronar del dedo. Mi personalidad es así, muy fácil de crear un mundo diferente y extraordinario. Me encanta descubrir las personalidades. Me siento contento de poder encontrar en mi alma y en mi experiencia la manera de darles vida a estos personajes.
—¿Hay algún personaje pendiente a interpretar?
Algunos, pero por el momento voy a mantener un poquito cerrados los libros. Acabo de debutar con Calaf, en Turandot, en Francia, hace un par de meses y ese era uno de los que tenía guardados. Quedan tres papeles a los que quiero acercarme poco a poco: Otello, de Verdi; La fuerza del destino, de Verdi; y Manon Lescaut, de Puccini. Y tal vez un cuarto: los Payasos, pero lo dejaré para cuando tenga 50 (se ríe).
PCL