Así es el rostro de Dios, según cristianos estadunidenses

Una encuesta realizada entre creyentes estadunidenses sobre cómo se imaginan el rostro de Dios arrojó a un hombre blanco, joven, sin barba y un tanto femenino.

Olvídense del señor adusto y barbas blancas: así se imaginan ahora el rostro de Dios.
Madrid /

Psicólogos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill usaron una nueva técnica para tomar la opinión de 551 cristianos de Estados Unidos y construir un modelo de cómo se imaginan el rostro de Dios.

Los participantes vieron cientos de pares de rostros que variaban al azar y eligieron qué cara de cada par se parecía más a como imaginaban el rostro de Dios. Al combinar todas las caras elegidas, los investigadores armaron una “cara de Dios” compuesta que ofreció resultados sorprendentes.


Y es que históricamente, desde Miguel Ángel hasta Monty Python, casi siempre se ha representado a Dios como un hombre caucásico, mayor, augusto, con barba blanca. Los investigadores hallaron que muchos cristianos ven a Dios más joven, más femenino y menos caucásico, en contra de lo que sugiere la cultura popular.

De hecho, en buena medida las ideas del rostro de Dios tendieron a depender en parte de la afiliación política de las personas. Los liberales vieron a Dios como más femenino, más joven y más amoroso que los conservadores. Los conservadores vieron a Dios como más caucásico y más poderoso que los liberales.“Estos sesgos podrían haber surgido del tipo de sociedades que los liberales y los conservadores quieren”, aventuró Joshua Conrad Jackson, autor principal del estudio.


El rostro resultante también se derivó un tanto de las características demográficas de los participantes. Los más jóvenes imaginaron un Dios más joven. Las personas más atractivas físicamente también vieron a un Dios más atractivo físicamente. Y los afroamericanos creían en un Dios que parecía más afroamericano que los caucásicos.

“La tendencia de la gente a creer en un Dios que se parece a ellos es consistente con un sesgo egocéntrico”, dijo el profesor Kurt Gray, autor principal del estudio y profesor de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de UNC-Chapel Hill. “La gente a menudo proyecta sus creencias y rasgos sobre los demás, y nuestro estudio muestra que la apariencia de Dios no es diferente: las personas creen en un Dios que no solo piensa como ellos, sino que también se parece a ellos”.

Curiosamente, las personas no mostraron un sesgo egocéntrico sobre la base del género. Hombres y mujeres imaginaron a un Dios igualmente masculino.


FM

  • Agencia EFE
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