Son muchas las bebidas de cacao que se preparan en nuestro México, entre ellas están y que están el tejate, el pozol, y el tescalate, sin embrago son pocos los que conocen y han probado el atlaquetzalli, una bebida fría realizada con agua de chile, flor de magnolia, hoja santa y otros ingredientes que le dan un peculiar sabor.
Esta bebida está íntimamente ligada a nuestras raíces pues era consumida en Tenochtitlan y Teotihuacan; era preparada para los tlatoanis, sacerdotes y nobles, y aunque en la actualidad no es tan popular ya que pocos son los que la preparan, se han encargado de mantenerla viva.
Atlaquetzalli significa "agua preciosa" y sus orígenes se remontan a una antigua leyenda. Se cuenta que Quetzalcóatl robó un árbol del cacao del paraíso de los dioses y lo plantó en Tula (municipio en el estado de Hidalgo). Luego, pidió a Tláloc que enviara lluvia a la tierra y así la planta podría crecer.
Después fue con Xochiquetzal, diosa del amor y la belleza, para que le brindara a la planta unas preciosas flores. Cuando el árbol dio frutos, Quetzalcóatl seleccionó y limpió las vainas; extrajo las semillas para que se fermentaran, dejó que se secaran y procedió a tostarlas.
Según la leyenda, el dios pidió a las mujeres que lo ayudaran a moler las semillas en un metate; de esta manera extrajo un licor y les enseñó a preparar la bebida de los dioses.
Atlaquetzalli también es mencionada en el Códice Florentino, donde Fray Bernardo de Sahagún explica que la bebida era vendida en los mercados. Además, era considerada afrodisíaca, por lo cual se utilizaba en las ceremonias nupciales.
¿Cuáles son los ingredientes? En un principio, se consumía al estar fermentada y tenía un sabor bastante ácido. Pero después la receta tuvo un ligero cambio y fray Bernardo de Sahagún narró que contenía semillas de cacao principalmente, además de vainilla, chile, hoja santa, orejuela, miel de abeja, flor de magnolia, acuyol.
Todos los ingredientes eran molidos, se remojaban, pasaban por un proceso de filtración y finalmente se espumaba. El atlaquetzalli lo servían en una jícara con un batidor (alcahuete) y una base de piel de ocelote.