Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) reportaron que la sífilis está reemergiendo entre los varones jóvenes mexicanos, de 20 a 44 años de edad, al pasar de una prevalencia de 0.08 a 3.25 casos por cada 100 mil habitantes del periodo de 2003 a 2013, es decir, 40 veces más en 10 años.
Antonieta Herrera Ortiz, entre otros investigadores, publicaron en el estudio Análisis de la tendencia de sífilis adquirida en México durante el periodo 2003-2013 que la tasa de incidencia de casos de sífilis, enfermedad de transmisión sexual, va en aumento continuo.
“La sífilis adquirida aparentemente está reemergiendo en México entre hombres jóvenes, incremento que no es homogéneo en el país, por lo que es necesario focalizar medidas de intervención para esta infección de transmisión sexual”, sostuvo tras señalar que ese mal iba a la baja en el siglo pasado.
El padecimiento
Herrera Ortiz explicó que la enfermedad infecciosa, causada por la bacteria Treponema, especie pallidum y subespecie pallidum (Treponema pallidum pallidum), es capaz de atravesar la mucosa, alcanzar vasos linfáticos y sangre, y ocasionar una infección sistémica. En el hombre afectada el pene y en la mujer los labios mayores, menores y el perineo.
Esta lesión primaria puede situarse incluso en regiones extragenitales como dedos, lengua, paladar y región ano-rectal. Un signo clínico característico es la aparición de erupciones eritematosas en pecho, espalda, palmas de las manos y plantas de los pies.
Los enfermos pueden pasar hasta por 20 años sin síntomas, pero, dijo, cuando se presenta, y no es tratada farmacológicamente, llegan a afectarse diferentes sistemas como el cardiovascular, el nervioso central y el musculoesquelético.
Por tratarse de una enfermedad de notificación obligatoria, el INSP comenzó a estudiar el incremento de casos al revisar los datos arrojados por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) que comenzó a detectar a partir de 2010 un repunte anual escalonado de 0.67 casos más por cada 100 mil habitantes.
Con esa información y con la obtenida de los Anuarios de Morbilidad de la Secretaría de Salud, se conformaron diversas bases de datos con información desagregada por sexo, grupo de edad y entidad federativa durante el periodo de 2003 a 2013.
Por grupos de edad, de 20 a 25 años, la incidencia de sífilis pasó de 2.88 casos a 6.77; y en el sector de 25 a 44 años de 3.12 casos a 7.22 por cada 100 mil personas. Las entidades donde se concentra la problemática son la Ciudad de México, Quintana Roo, Zacatecas, Baja California Sur, Aguscalientes y Puebla.
En contraste, Nayarit, Campeche, Chiapas, Coahuila, Tabasco, Morelos, Colima, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Nuevo León presentaron una disminución en la incidencia.
Problema global
Para los autores de la investigación, estos resultados concuerdan con la evidencia recopilada en otras naciones como Reino Unido, España, Canadá y Francia, en donde en los últimos años se ha reportado el resurgimiento de la sífilis y su concentración en la población varonil, especialmente, entre los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH).
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han registrado que entre 2013 y 2014 los casos reportados de sífilis aumentaron 15 por ciento y la mayoría corresponde a HSH.
No obstante, el estudio mexicano no pudo determinar factores de riesgo, estilo de vida y comportamiento sexual de los grupos varoniles con mayor incidencia.
“Ambos estratos poblacionales implican una dificultad adicional para la detección de sífilis, ya que presentan la menor proporción de derechohabientes de los servicios de salud. Según el Censo (de Población y Vivienda) 2010, solo 59.5 por ciento de la población de 15 a 29 años era derechohabiente de algún servicio de salud, por lo que la incidencia de sífilis adquirida puede ser aún mayor”, acotó la experta
Los investigadores consideraron que se deben de comenzar a hacer detección clínica bajo los mismos criterios.
“En la actualidad, la sífilis adquirida tiene vigilancia convencional, a diferencia de la sífilis congénita que presenta, además, vigilancia basada en laboratorio a partir de 2010, en la que se reportan casos confirmados y casos sospechosos”.
La cifra de casos congénitos es de 300 por cada 100 mil habitantes, es decir, 70 veces mayor a la reportada por la Dirección General de Epidemiología en 2000, que era de 4.3 casos por 100 mil habitantes.